El sector inmobiliario argentino podría cerrar un ciclo histórico impulsado por un auge en la compra de propiedades
El mercado inmobiliario en Argentina atraviesa un período de efervescencia, con un notable incremento en las transacciones de compraventa de viviendas, que anticipa un cierre de año impactante en términos históricos. Según datos difundidos por un análisis de Investing.com, durante los últimos meses, se ha observado un «acelerón final» en la actividad inmobiliaria, lo que refuerza las expectativas de que el 2023 se convierta en un año récord para el sector.
Entre los factores que explican este fenómeno se encuentran las condiciones macroeconómicas actuales, marcadas por la inflación persistente y la devaluación del peso. En un contexto en el que el poder adquisitivo de muchos ahorristas se erosiona rápidamente, la compra de propiedades ha ganado terreno como un refugio de valor frente a la inestabilidad económica. Esta tendencia se ha fortalecido sobre todo en sectores de clase media y media-alta, que buscan asegurar su capital en activos inmobiliarios, mientras el dólar paralelo o «blue» mantiene una brecha elevada con el tipo de cambio oficial.
En esta línea, la baja oferta de créditos hipotecarios quedó relegada como obstáculo en la dinámica actual del mercado. A diferencia de otros países donde los préstamos son una pieza clave para financiar la compra de propiedades, en Argentina el mercado inmobiliario funciona casi exclusivamente en dólares y con transacciones al contado. Esto refuerza el perfil de los compradores, que suelen ser inversores con ahorros dolarizados listos para aprovechar oportunidades.
Por otro lado, las estadísticas del Registro de la Propiedad de varias provincias muestran un salto significativo en la cantidad de escrituras registradas, sobre todo en grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Este movimiento refleja una demanda que sigue activa, a pesar de los desafíos estructurales que enfrenta el país en términos económicos.
Analistas del sector proyectan que este dinamismo podría sostenerse a corto plazo, aunque destacan ciertos riesgos que podrían enfriar el mercado en 2024. Entre ellos, la evolución del contexto político, tras las elecciones presidenciales, y un posible ajuste cambiario podrían alterar las decisiones de inversión. También plantean dudas sobre si los precios de las propiedades podrán mantener su ritmo de recuperación frente a otros activos financieros.
Con diciembre a la vuelta de la esquina, la industria inmobiliaria argentina se perfila como una de las principales protagonistas del año en términos económicos. Si bien el panorama refleja una gran oportunidad para quienes buscan capitalizar la compra de propiedades, también deja de manifiesto las complejidades de operar en un mercado signado por la volatilidad monetaria y las incertidumbres estructurales. En cualquier caso, el 2023 marcará un capítulo especial en la historia reciente del mercado de vivienda del país.