La inflación interanual de la energía en América Latina continúa su desaceleración en septiembre
La inflación interanual en los precios de la energía en América Latina volvió a mostrar signos de desaceleración durante el mes de septiembre, consolidando una tendencia que viene dándose a lo largo de 2023. Según un informe publicado por iEconomia.com, el incremento promedio de los precios del sector energético en la región se situó en un 16,2%, una significativa caída respecto a los niveles registrados en meses anteriores, impulsada por una conjunción de factores económicos y la baja en los precios internacionales de los hidrocarburos.
Este resultado, aunque todavía refleja la presión inflacionaria general que afecta a los países de la región, da señales positivas para la economía latinoamericana, particularmente en sectores altamente expuestos a los costos de la energía como la industria y el transporte. En comparación, durante 2022, los precios de la energía en América Latina experimentaron alzas mucho más pronunciadas debido al impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, que causó una disparada del valor del petróleo y el gas natural en los mercados internacionales.
La moderación actual del índice inflacionario en el ámbito energético está relacionada con varios aspectos. Por un lado, los precios globales del petróleo han estado estabilizándose en meses recientes, incluso con ligeras caídas en algunos periodos. Por otro, muchos países latinoamericanos han implementado subsidios o políticas de control para amortiguar los costos de la energía y trasladar menos presión al bolsillo de los consumidores. Además, los niveles de consumo energético han sido más bajos de lo previsto en algunos mercados clave, lo que ayudó a evitar aumentos adicionales.
Sin embargo, aunque esta disminución es una señal alentadora, las economías de la región aún enfrentan desafíos importantes. La inflación general sigue siendo alta en varios países, lo que mantiene el costo de vida elevado. Por su parte, los bancos centrales de la región, incluidos los de países como Brasil, Argentina y México, han optado por políticas monetarias restrictivas, en un esfuerzo por contener la inflación y proteger la estabilidad económica.
En el caso específico de Argentina, los precios de la energía han tenido un impacto particular en el índice de precios al consumidor (IPC), que acumula niveles de inflación histórica debido a factores internos, como la emisión monetaria y la inestabilidad del tipo de cambio. No obstante, la moderación en los costos internacionales de energía podría representar un leve alivio en medio de una coyuntura económica desafiante.
De cara al futuro, el comportamiento del mercado energético global será clave para determinar si esta tendencia de desaceleración continuará. Las proyecciones del sector indican que, si los precios de los hidrocarburos permanecen controlados y las economías logran sostener estrategias de estabilización, el contexto inflacionario de la energía en la región podría seguir mejorando en los próximos meses.