El won surcoreano cae a su mínimo en 15 años ante una crisis política prolongada
En un histórico desplome, la moneda de Corea del Sur, el won, alcanzó su nivel más bajo en 15 años frente al dólar estadounidense. La aguda depreciación, que ha llevado al won a cotizar en torno a los 1.400 por dólar, ocurre en medio de una prolongada crisis política y un entorno económico internacional desfavorable. Según los datos más recientes, la inestabilidad interna y el endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU. han afectado gravemente a la moneda asiática.
El contexto político en Corea del Sur sigue tensándose tras un período prolongado de desacuerdos entre los principales líderes del país y con un gobierno cuestionado por múltiples frentes. Esta incertidumbre ha mermado considerablemente la confianza de los inversores tanto nacionales como internacionales, quienes optan por activos más seguros, y el dólar se ha convertido en el principal refugio en un momento de alta volatilidad global.
Además, la situación se ha visto exacerbada por la constante apreciación del dólar, producto de las agresivas subidas en las tasas de interés de la Fed. Este ciclo de endurecimiento monetario ha afectado particularmente a las economías emergentes y a los mercados altamente dependientes de las exportaciones, como el de Corea del Sur. La creciente presión sobre las divisas asiáticas, en general, ha añadido otro nivel de tensión a los mercados financieros regionales.
En respuesta a esta situación, los analistas apuntan a que el Banco de Corea podría verse obligado a tomar medidas adicionales para estabilizar el mercado cambiario. Sin embargo, se enfrenta a un complicado dilema: subir las tasas de interés podría ayudar a contener la depreciación del won, pero también podría dificultar la recuperación económica del país, que aún enfrenta problemas derivados de la pandemia de COVID-19 y de la recesión económica global.
En un intento por controlar la fuga de capitales y anclar las expectativas del mercado, las autoridades surcoreanas han reforzado los controles en el flujo de divisas y han intervenido en varias oportunidades en el mercado cambiario. Sin embargo, estas acciones no han brindado resultados significativos hasta el momento.
El impacto de esta crisis no solo afecta a Corea del Sur, sino que podría tener repercusiones en los mercados financieros globales. Por un lado, subraya los riesgos asociados con una dependencia excesiva del dólar como moneda de reserva. Por otro, revela la creciente vulnerabilidad de las economías emergentes ante el endurecimiento monetario de las principales economías desarrolladas.
En este complejo panorama, los inversores están atentos a los próximos pasos del gobierno surcoreano y del Banco de Corea, mientras que los economistas advierten que la resolución de la crisis política será clave para restaurar la confianza y estabilizar la situación macroeconómica del país.
En ieconomia.com continuaremos monitoreando la evolución de esta noticia y las posibles respuestas económicas y políticas en Corea del Sur.