En una jornada caracterizada por la cautela y el bajo volumen de operaciones previo a las festividades navideñas, la Bolsa de Londres cerró el pasado viernes con un repunte del 0,42%. El índice FTSE 100, principal referencia del mercado británico, concluyó la sesión en 7.473,01 puntos, marcando una leve mejora en el ánimo de los inversores tras varias semanas de volatilidad y preocupación por la economía global.
Las alzas en el mercado estuvieron lideradas por sectores clave como el energético y el de materias primas, los cuales se beneficiaron de un incremento en los precios globales del petróleo y otros commodities. Empresas como BP y Shell registraron subidas notables en sus cotizaciones, impulsadas por expectativas de mayor demanda energética en el corto plazo, a pesar de persistentes temores sobre una posible desaceleración económica en 2023.
Además, los mercados financieros tomaron con optimismo las señales de cierto enfriamiento inflacionario en varias economías importantes, lo que sugiere que los bancos centrales podrían moderar el ritmo de sus ajustes de tasas de interés. Recientemente, tanto la Reserva Federal de Estados Unidos como el Banco de Inglaterra han indicado que priorizarán mantener controlada la inflación, aunque destacaron el riesgo de evitar encarecer en exceso las condiciones de crédito, lo que podría dañar la actividad empresarial.
En lo que respecta a los datos locales, los inversores también estuvieron atentos a las cifras de consumo minorista en el Reino Unido, que se difundieron en la misma jornada. Según los reportes, las ventas minoristas cayeron un 0,3% en noviembre en comparación con el mes anterior, reflejo de la presión que continúan enfrentando los hogares británicos debido al aumento del costo de vida. Sin embargo, estas cifras no fueron suficientes para empañar el desempeño positivo de la bolsa en esta sesión específica.
Con esta moderada suba del FTSE 100, el mercado británico concluye una semana en la que predominó la prudencia, mientras analistas y operadores esperan más claridad sobre los próximos pasos de los grandes actores económicos y políticos a nivel global, como la evolución del conflicto en Ucrania, la recuperación de la economía china y la política monetaria de las principales economías del mundo.
El cierre positivo en Londres se enmarca en un contexto mayor de relativa estabilidad en los mercados internacionales en las vísperas de Navidad. Este patrón también se observó en otras plazas europeas, como París y Fráncfort, que evidenciaron ligeras alzas el mismo día. Sin embargo, la comunidad inversora sigue mostrando reservas respecto al desempeño de las bolsas en el mediano plazo, dado que los vientos de incertidumbre no cesan.