En un mensaje claro a favor de la apertura económica global, el primer ministro de China, Li Qiang, subrayó los beneficios de la globalización en una reunión crucial sostenida con líderes de instituciones económicas internacionales. Durante el evento, que congregó a representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial del Comercio (OMC) y otras entidades clave, Li reafirmó su compromiso con la cooperación multilateral y una economía global abierta. Este enfoque contrasta con la actual tendencia de fragmentación económica a nivel global, marcada por tensiones geopolíticas y comerciales.
Li Qiang destacó que la globalización ha sido una fuerza impulsora detrás del crecimiento económico mundial y ha propiciado el desarrollo de naciones en vías de progreso. En ese sentido, sostuvo que cualquier forma de «desacoplamiento económico» o proteccionismo solo provocaría una ralentización del crecimiento y generaría incertidumbre en los mercados. Esta posición está alineada con los esfuerzos de China por seguir atrayendo inversión extranjera y consolidarse como motor de la economía global, pese a los recientes desafíos internos y a nivel internacional.
En el marco de la reunión, también se abordaron cuestiones centrales para la economía global, como la sostenibilidad del desarrollo económico, la seguridad energética, la transformación tecnológica y la creciente presión inflacionaria. Estos temas, que afectan tanto a las economías emergentes como a las desarrolladas, ponen de relieve la necesidad imperiosa de una coordinación efectiva entre las principales naciones y organizaciones globales para enfrentar desafíos compartidos.
El liderazgo de China también aprovechó el encuentro para reiterar su compromiso con una política de desarrollo equilibrado y sostenible, basada en la cooperación internacional. En este contexto, el país asiático continúa proyectándose como un defensor del multilateralismo, en momentos donde la polarización global y las políticas proteccionistas están ganando terreno, especialmente dentro de las economías avanzadas.
La postura de Li Qiang fue aplaudida por los representantes de las instituciones internacionales presentes, quienes destacaron la necesidad de un enfoque armónico y colaborativo de cara a los retos económicos venideros. No obstante, analistas han señalado que, aunque el mensaje del premier chino es optimista, las tensiones comerciales con Estados Unidos, las restricciones tecnológicas y las preocupaciones en torno al manejo de la deuda en mercados emergentes son factores que podrían limitar el alcance de este llamamiento.
En conclusión, el enfoque del primer ministro chino pone de manifiesto la ambición de su país por seguir liderando los esfuerzos para preservar y fortalecer la globalización en un entorno global de creciente incertidumbre. Desde Beijing, este mensaje resuena como una fuerte declaración de principios en favor de un comercio e inversión abiertos, en oposición a los movimientos proteccionistas que actualmente desafían la estabilidad económica global.