El dólar estadounidense retrocedió este miércoles frente a las principales divisas del mundo, en medio de una creciente preocupación por el impacto que podría tener una escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Los inversores se muestran cautelosos ante la posibilidad de nuevas represalias arancelarias, lo que ha generado una mayor demanda por activos considerados más seguros y ha debilitado al billete verde.
Durante la jornada, el índice dólar, que mide el desempeño de la moneda estadounidense frente a una cesta de seis divisas principales, cayó un 0,3%, situándose en torno a los 101,20 puntos. Esta baja se produce luego de que funcionarios chinos advirtieran sobre posibles medidas de respuesta a las recientes restricciones tecnológicas impuestas por Washington, lo que reavivó los temores de una nueva fase en la guerra comercial entre ambas potencias.
En este contexto, la libra esterlina logró avanzar con fuerza, impulsada por datos económicos mejores de lo esperado en el Reino Unido. La moneda británica subió un 0,5% frente al dólar, alcanzando los 1,2670 dólares, luego de que se conociera que la inflación interanual en marzo fue del 3,2%, por encima del 3,0% previsto por los analistas. Este dato refuerza las expectativas de que el Banco de Inglaterra podría mantener una política monetaria restrictiva por más tiempo.
Por su parte, el euro también se benefició del debilitamiento del dólar, registrando un alza del 0,4% y cotizando en torno a los 1,0925 dólares. Los operadores del mercado de divisas siguen de cerca las declaraciones de los funcionarios del Banco Central Europeo, quienes han reiterado su compromiso con la estabilidad de precios, aunque sin dar señales claras sobre futuros movimientos en las tasas de interés.
En el mercado asiático, el yen japonés se apreció ligeramente frente al dólar, en línea con su tradicional rol de refugio seguro en tiempos de incertidumbre geopolítica. La moneda nipona se ubicó en 147,80 unidades por dólar, con una ganancia del 0,2% en la sesión.
Los analistas señalan que el comportamiento del dólar en los próximos días dependerá en gran medida de la evolución de las tensiones comerciales y de los próximos datos macroeconómicos en Estados Unidos, especialmente los relacionados con la inflación y el empleo. Además, se espera con atención la publicación del Libro Beige de la Reserva Federal, que podría ofrecer pistas sobre el rumbo de la política monetaria en los próximos meses.
En este escenario de volatilidad, los inversores continúan ajustando sus carteras, buscando protegerse ante posibles sobresaltos en los mercados financieros globales.