De acuerdo con un reciente informe publicado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos de Estados Unidos (FDIC, por sus siglas en inglés), el acceso y propiedad de criptomonedas entre la población infrabancarizada en Estados Unidos ha mostrado un aumento significativo. Este sector económico está compuesto por individuos que tienen acceso limitado a servicios bancarios formales o que los utilizan en una proporción muy baja. Se estima que estas personas recurren cada vez más a las criptomonedas como una alternativa para gestionar sus finanzas.
El informe, basado en una encuesta realizada en el año 2022, subraya que aproximadamente el 14% de los hogares infrabancarizados tenía criptomonedas en su poder, comparado con el promedio del 4.9% de los hogares completamente bancarizados. Este comportamiento refleja no solo una creciente desconfianza en las instituciones financieras tradicionales, sino también una mayor adopción de soluciones digitales que no dependen de los bancos, especialmente en este grupo poblacional.
El estudio, conocido como «Encuesta Nacional de Banca Minorista No Bancarizada e Infrabancarizada del 2022», aportó datos reveladores sobre los patrones de acceso de la población a servicios bancarios. De estos, alrededor del 4.5% de los hogares estadounidenses reportaron no estar vinculados a ninguna institución bancaria (denominados no bancarizados), mientras que un 14% se encontraba en la categoría de infrabancarizados, es decir, aquellos que disponen de una cuenta bancaria, pero utilizan servicios financieros alternativos como el uso de crédito no bancario o transferencias fuera del sistema tradicional bancario.
Un dato crucial revelado por la encuesta es que aquellos hogares que se consideran no bancarizados tienden a no poseer criptomonedas en gran medida, lo cual resalta una diferencia notable. De hecho, solo el 1.9% de los no bancarizados reportó poseer criptomonedas, lo que representa un acceso mucho más reducido en comparación con los mircrabancarizados. Esto podría deberse a la falta de familiarización con la tecnología o el acceso limitado a la infraestructura necesaria para adquirir y administrar criptos, como teléfonos móviles o internet estable.
Además, el reporte destaca que la propiedad de criptomonedas varía drásticamente en función de otros factores como la edad, ingresos y grupo étnico. La posesión de este tipo de activos digitales era mucho más común en hogares más jóvenes y con ingresos medios o modestos. Asimismo, se observó una mayor predisposición en comunidades afroamericanas o hispanas a incursionar en criptomonedas, en comparación con otros sectores raciales o étnicos.
La FDIC, en su análisis cualitativo, también mencionó que una de las razones fundamentales detrás de este fenómeno es la percepción de ciertos sectores de que las criptomonedas proporcionan una forma accesible de ahorro e inversión para aquellos que no confían plenamente en los bancos tradicionales. En este sentido, el alto grado de inflación experimentado en los últimos años, asociado a tasas de interés relativamente bajas en muchas cuentas bancarias, ha incentivado a muchos infrabancarizados a explorar opciones alternativas de inversión y ahorro, donde las criptomonedas han jugado un papel protagónico.
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