En un contexto de creciente incertidumbre energética y tensiones geopolíticas, el exministro español de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha recomendado al gobierno de España que retrase el cierre de las centrales nucleares previsto para los próximos años. Según el exministro, quien también es economista y expresidente de Red Eléctrica de España (REE), la energía nuclear sigue siendo una fuente clave para garantizar la estabilidad del suministro eléctrico mientras el país avanza en su transición hacia fuentes renovables.
Sevilla expresó su preocupación durante un foro energético, indicando que el apagón nuclear programado puede representar un riesgo en términos de seguridad energética. Actualmente, las políticas energéticas en España marcan el fin de la energía nuclear hacia 2035, en línea con los planes europeos para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir las emisiones de carbono. Sin embargo, la guerra en Ucrania y la volatilidad de los precios de los combustibles han generado el temor de que la reducción acelerada de la producción nuclear pueda llevar a problemas en el abastecimiento energético en toda Europa.
El exministro ha señalado que, aunque es «correcto» avanzar en la transición hacia energías limpias, el contexto económico y geopolítico actual hace necesaria una reevaluación de los tiempos. Para Sevilla, este aplazamiento no solo ayudaría a asegurar la fiabilidad del sistema eléctrico ante posibles interrupciones, sino que también podría contribuir a evitar nuevos aumentos en los costos energéticos que ya están afectando a los hogares y a la industria en España.
El argumento central de Sevilla es que la energía nuclear, a pesar de los desafíos que plantea, sigue siendo una fuente de generación estable y libre de emisiones directas de carbono, lo que la convierte en un componente valioso del mix energético durante el periodo de transición. «No podemos permitirnos asumir riesgos innecesarios en el plano energético cuando tenemos tecnología disponible que puede asegurar la estabilidad del suministro», afirmó el exministro.
Por otro lado, sectores del gobierno y del propio partido del exministro ven este planteamiento con cautela, ya que muchos consideran que la energía nuclear debe ser abandonada en favor de un mayor impulso a las renovables. No obstante, la opinión de Sevilla encuentra eco en grupos expertos que consideran que cerrar las nucleares demasiado rápido puede ser contraproducente en un contexto global marcado por la incertidumbre en los mercados energéticos, el alza de los precios y la urgencia de reducir la dependencia del gas ruso.
En definitiva, la propuesta del exministro Jordi Sevilla pone sobre la mesa la necesidad de un diálogo más amplio sobre el futuro del sistema energético, revisando lo que algunos han llamado una transición demasiado apresurada. La decisión sobre el cierre de las centrales nucleares en España puede tener repercusiones significativas no solo a nivel nacional, sino también en el esquema energético europeo en su conjunto.