En un evento de relevancia mundial, la sede de la Alhambra en Granada, España, ha sido el epicentro para debatir sobre el futuro de las visitas al patrimonio histórico global, abordando tanto su sostenibilidad como los efectos turísticos derivados del auge pospandémico. Este encuentro internacional ha reunido a expertos en gestión del patrimonio de distintos países, quienes buscan fortalecer las estrategias y políticas de cuidado y acceso responsable a estos sitios, comprendido el valor cultural y económico que generan para la economía de las ciudades y naciones anfitrionas.
Organizado por la Alhambra, en colaboración con el Consejo de Europa y la Agencia de Naciones Unidas para el Turismo (OMT), la cita ha puesto sobre la mesa las crecientes preocupaciones en torno al turismo masivo y su impacto en los patrimonios históricos y culturales. Según los participantes, ciudades como Granada, donde se encuentra el famoso conjunto arquitectónico, enfrentan desafíos para evitar el deterioro de los monumentos a causa del gran flujo de turistas. Al mismo tiempo, se busca mantener el equilibrio entre salvaguardar la historia y permitir a las personas disfrutar de esta riqueza cultural.
Uno de los temas de discusión fue cómo gestionar las visitas para que sigan siendo un motor de ingresos para las economías locales, sin sacrificar la preservación de estos emplazamientos. El turismo patrimonial representa un componente significativo en la creación de empleo y la generación de recursos en ciudades como Granada, lo que hace fundamental encontrar soluciones que permitan compatibilizar la afluencia de visitantes con la protección del patrimonio.
Entre las estrategias mencionadas, se apunta a la implementación de políticas turísticas que distribuyan mejor los flujos de visitas a lo largo del año, evitando la sobrepoblación en épocas de mayor demanda. El uso de tecnologías para limitar la cantidad de turistas en un momento dado e, incluso, facilitar visitas virtuales de alta calidad son acciones que están ganando terreno en las estrategias discutidas por los gestores del patrimonio de diversas ciudades.
El evento ha concluido con una clara tendencia a valorar la incorporación de mecanismos que favorezcan la sostenibilidad ambiental y económica, dos pilares de las políticas patrimoniales del futuro. La presidenta del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic, ha subrayado la importancia de que el turismo sea inclusivo y contemplativo, preservando la esencia de los sitios históricos.
Este tipo de iniciativas son fundamentales en un contexto donde el turismo post-COVID ha vuelto con fuerza. Las políticas que se adopten no solo impactarán en el bienestar económico de las ciudades en términos de ingresos turísticos, sino también en el mantenimiento de un legado cultural y patrimonial esencial para futuras generaciones.