El índice Nikkei 225, principal referencia de la bolsa de Tokio, cerró la jornada del viernes con una caída del 0,85 %, retrocediendo hasta los 31.259,36 puntos. Esta baja estuvo marcada por una corrección en el sector tecnológico, en particular en las empresas vinculadas a los semiconductores, lo que generó preocupaciones entre los inversores. Según analistas, la presión bajista refleja una reacción a los movimientos en los valores tecnológicos tras el desempeño de los mercados estadounidenses y su impacto en Asia.
El retroceso del Nikkei estuvo influenciado por pérdidas relevantes en gigantes tecnológicos como Tokyo Electron y Advantest, dos de las mayores empresas del sector de semiconductores en Japón. Tokyo Electron cayó un 2,93 %, mientras que Advantest descendió un 3,28 %. Estas caídas se atribuyen, en parte, a las preocupaciones globales relacionadas con las condiciones financieras más restrictivas, así como a la desaceleración de la demanda mundial de tecnología, que viene pesando sobre estos sectores desde hace meses.
Por otro lado, el índice Tokai TOKYO Stock Price Index (TOPIX), que incluye una visión más amplia del mercado japonés, también mostró una disminución del 0,77 %, cerrando en 2.267,62 puntos. Esta dinámica negativa indica una corrección general en distintos sectores de la economía japonesa, aunque los semiconductores fueron señalados como el principal factor de debilitamiento en la sesión. En contraste, algunos valores relacionados con servicios y sectores defensivos lograron mitigar las caídas.
La plaza bursátil de Tokio también se vio afectada por una serie de datos macroeconómicos provenientes de Estados Unidos, que apuntaron a un posible endurecimiento prolongado en la política monetaria. Esto ha generado incertidumbre entre los inversores globales, quienes recalibran sus posiciones ante las expectativas de nuevas alzas en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Como resultado, los mercados asiáticos han experimentado volatilidad, y el Nikkei no ha sido la excepción.
A pesar de esta corrección, algunos expertos sostienen que el mercado japonés aún cuenta con fundamentos sólidos a mediano y largo plazo, impulsados por políticas gubernamentales destinadas a fortalecer su industria tecnológica y aumentar su competitividad global. Sin embargo, en el corto plazo, es probable que persistan las turbulencias, especialmente si el sector de semiconductores continúa siendo el centro de atención.
En el cierre de la semana, los analistas estarán atentos a los resultados de empresas y a posibles anuncios desde los principales bancos centrales. La incertidumbre global combinada con riesgos locales seguirá siendo un factor decisivo para los movimientos en los índices asiáticos y para la percepción de los inversores hacia los activos de riesgo.