El yen se desploma tras decisión del Banco de Japón de mantener las tasas
(Buenos Aires, 31 de octubre de 2023) – La moneda japonesa, el yen, tocó este martes su nivel más bajo frente al dólar en un año, luego de que el Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) decidiera mantener sin cambios su política monetaria ultraflexible, en línea con las expectativas del mercado. Este movimiento refuerza su papel como uno de los últimos grandes bancos centrales en resistir el endurecimiento monetario que ha sido tendencia global durante el último par de años.
El par dólar/yen marcó un pico superior a 151,70, un valor que no se veía desde octubre de 2022. La continua debilidad del yen es consecuencia directa de la decisión del Banco de Japón de mantener las tasas de interés en terreno negativo, fijadas en -0,1%, y sostener los límites de su política de control de la curva de rendimiento de los bonos a 10 años en 1%. Esta postura contrasta fuertemente con las medidas aplicadas por otros bancos centrales como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, los cuales han implementado múltiples alzas de tasas para combatir la inflación.
En su comunicado, el BoJ anunció que implementará una mayor flexibilidad en su objetivo de rendimiento a 10 años, permitiendo fluctuaciones por encima del límite actual del 1%, pero sin especificar un nuevo rango. Sin embargo, los analistas interpretan esta medida como un paso limitado que no disipa las preocupaciones sobre la debilidad estructural del yen.
La decisión del Banco de Japón llega en un momento en que los inversores especulan sobre una posible intervención del gobierno para estabilizar el yen, luego de que el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki, advirtiera recientemente que Japón tomaría medidas decisivas para contrarrestar movimientos «excesivos» en el mercado de divisas. No obstante, los mercados parecen poner en duda la eficacia de una potencial intervención si el diferencial de tasas entre Japón y Estados Unidos se mantiene elevado.
La depreciación del yen genera importantes repercusiones en la economía japonesa. Si bien beneficia a los exportadores del país, también encarece las importaciones, intensificando el costo de bienes esenciales y creando presión inflacionaria en un contexto donde los consumidores ya están lidiando con mayores precios de energía y alimentos.
Por otro lado, en el mercado global de divisas, los movimientos en el yen refuerzan al dólar estadounidense, que mantiene su fortaleza respaldado por expectativas de que la Fed continúe con su política monetaria restrictiva en el corto plazo.
La decisión del BoJ subraya las dificultades del banco central para escapar de una política que ha definido su postura económica durante décadas, mientras se enfrenta a un contexto global cambiante y a una presión creciente para ajustar su enfoque.