En un movimiento destacado para fortalecer la infraestructura financiera del bloque, el supervisor europeo de mercados de valores, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés), ha recomendado que la liquidación de operaciones en los mercados cambie a un ciclo de un día. Según la ESMA, este cambio se espera que comience a ser implementado para finales de 2027, marcando un avance importante en los esfuerzos por mejorar la seguridad y eficiencia del sistema financiero europeo.
En los mercados financieros, la «liquidación» se refiere al proceso mediante el cual se transfieren los activos comprados y el efectivo correspondiente entre compradores y vendedores después de que se ha ejecutado una operación. Actualmente, en la mayoría de los mercados europeos, estas operaciones se liquidan en dos días después de la negociación, lo que se conoce como ciclo T+2 (Trade Date + 2). Sin embargo, con la recomendación de ESMA, se propone reducir este periodo a un solo día (T+1), acortando significativamente los plazos.
La sugerencia de ESMA se produjo en el contexto de los esfuerzos más amplios de modernización del sistema financiero europeo, con el objetivo de mejorar su resistencia frente a choques inesperados como los observados durante la crisis financiera de 2008 y, más recientemente, a raíz de la pandemia de COVID-19. Según el organismo, acelerar el proceso de liquidación a un solo día reduciría el riesgo global en los sistemas de compensación y liquidación, al disminuir el lapso de tiempo durante el cual las transacciones están expuestas a posibles fluctuaciones del mercado o incumplimientos por parte de contrapartes.
No obstante, la implementación del ciclo T+1 podría suponer ciertos desafíos operativos significativos para los participantes del mercado, especialmente en las fases iniciales de su adopción. De acuerdo con ESMA, los intermediarios financieros, operadores bursátiles y otros actores clave del ecosistema financiero necesitarán realizar una inversión importante en tecnología y en procesos para adaptarse al nuevo ciclo. Este tipo de inversiones en infraestructura digital serán esenciales para permitir una transición sin inconvenientes y para asegurar que la velocidad adicional en la liquidación no ponga en peligro la estabilidad o la operativa fluida de las operaciones.
Desde una perspectiva más amplia, esta recomendación también alinearía al bloque europeo con los movimientos similares que se espera que realicen tanto en Estados Unidos como en otros mercados importantes a nivel global. De hecho, el debate sobre la reducción de los ciclos de liquidación ha cobrado fuerza a nivel internacional, dado que existe consenso sobre los beneficios en términos de reducción de riesgo sistémico y costes de capital.
La propuesta de ESMA será sometida a consultas con los actores clave involucrados y supervisores nacionales antes de que se tomen las decisiones finales, pero se confía en que este sea un importante paso hacia el fortalecimiento de la eficiencia del sistema financiero europeo.