El «súper peso» argentino enfrenta turbulencias: proyecciones de un dólar por encima de los $2.000 en 2024
En un panorama económico ya marcado por la incertidumbre, analistas del mercado proyectan que el peso argentino podría enfrentar una de sus mayores depreciaciones en 2024, con pronósticos que señalan que el tipo de cambio no bajará de los $2.000 por dólar. Según reporta iEconomia.com, la caída del «súper peso», que había mostrado cierta resiliencia en el último semestre frente a otros períodos de crisis, se acelerará el próximo año bajo las múltiples presiones del frente macroeconómico.
Las predicciones surgen en un contexto en el que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha sostenido el tipo de cambio oficial a base de regulaciones y restricciones en el mercado cambiario. Sin embargo, la disparidad entre este dólar oficial y los valores del dólar paralelo como el «blue» o el MEP sigue ampliándose, lo que pone en jaque la viabilidad de la estrategia económica actual. Los analistas advierten que los desequilibrios macroeconómicos, incluyendo una inflación persistente y un creciente déficit fiscal, auguran que esta política de «anclaje cambiario» no es sostenible a largo plazo.
Uno de los principales factores detrás del pronóstico de un brusco salto en el tipo de cambio es el impacto de las elecciones presidenciales recientes y el cambio de gobierno. Las nuevas autoridades enfrentan una compleja agenda económica, donde destacan la necesidad de renegociar acuerdos internacionales, incluyendo aquellos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y de implementar ajustes fiscales estructurales para estabilizar las cuentas públicas. Expertos sugieren que cualquier medida de flexibilización en el mercado cambiario podría liberar un fuerte flujo de demanda insatisfecha de dólares, lo cual llevaría rápidamente al peso a devaluarse de manera significativa.
En este marco, también se señala que el programa económico del futuro gobierno será clave para contener o intensificar esta tendencia. Las propuestas en campaña han incluido recurrentemente un plan de dolarización que podría eliminar la moneda local o al menos una unificación del tipo de cambio que, inevitablemente, dispararía inicialmente el dólar en el mercado. Tanto la implementación como las consecuencias de estos modelos son cuestiones ampliamente discutidas por economistas, quienes coinciden en que la transición podría ser altamente inflacionaria en el corto plazo.
Mientras tanto, los actores del sector privado y los inversionistas monitorean de cerca las señales que puedan surgir del equipo económico entrante. La incertidumbre y la falta de confianza en el valor del peso ya están fomentando un incremento en las operaciones de cobertura frente al riesgo cambiario, con la expectativa de que el peso continúe debilitándose en el futuro inmediato.
La proyección de un dólar en torno a los $2.000 para 2024 no solo revela las fisuras en las políticas actuales, sino que también pone de manifiesto la necesidad de ajustes profundos en el manejo fiscal, monetario y cambiario de la economía argentina para evitar una mayor erosión del poder adquisitivo de su moneda.