Sindicato de Inquilinos advierte con una «huelga de alquileres» si no se enfrenta la crisis de vivienda en Argentina
La crisis habitacional en Argentina continúa agravándose, al punto de que el Sindicato de Inquilinos ha lanzado una dura advertencia hacia el Gobierno y sectores inmobiliarios. A través de un comunicado, la organización dijo que, si no se toman medidas urgentes para hacer frente a la problemática de vivienda, podrían convocar a una huelga de alquileres como medida de protesta. Este anuncio profundiza la incertidumbre en un mercado que ya está en tensión por la constante suba de precios y la falta de regulaciones claras.
El secretario general del sindicato, Gervasio Muñoz, afirmó que la situación está fuera de control. Según Muñoz, el actual régimen de alquileres no ofrece protección a los inquilinos mientras que los alquileres no dejan de aumentar, superando incluso la inflación acumulada en muchos casos. Además, criticó que los recientes cambios legislativos que buscaban mejorar las condiciones para los inquilinos no han tenido el efecto deseado. El mercado inmobiliario argentino sigue sin tener reglas de juego claras que favorezcan a la población que busca alquilar, aseveró.
Las tensiones en el sector han crecido considerablemente en los últimos meses en toda Argentina. Diversos inquilinos aseguran estar enfrentando revalorizaciones exorbitantes en los alquileres y, sumado a la inflación acumulada en el último año, se encuentran en una situación desesperante. La crisis habitacional afecta especialmente a sectores de clase media y baja que destinan gran parte de sus ingresos mensuales al pago de la vivienda. Vale destacar que el último índice de inflación del país marcó un aumento interanual de más del 100%, lo que ha hecho extremadamente difícil para las familias mantener sus alquileres actuales.
Ante esta situación, el sindicato ha lanzado un ultimátum a las autoridades para que se tomen medidas inmediatas. Entre las exigencias, se pide la creación de un programa de acceso a la vivienda y la implementación de políticas que regulen más firmemente los precios de los alquileres. De no ser así, la huelga de alquileres sería un hecho inminente, con lo que miles de inquilinos se negarían a pagar sus mensualidades hasta que el Gobierno y los propietarios se sienten a negociar nuevas condiciones contractuales y tarifarias.
Algunos economistas y expertos en el sector inmobiliario han advertido que las repercusiones de una huelga de alquileres podrían ser graves tanto para propietarios como para el sistema financiero. En un panorama caracterizado por la recesión y la inestabilidad, una paralización masiva de los pagos podría agravar aún más la crisis. No obstante, quienes apoyan esta medida argumentan que es la única herramienta de presión que les queda a los inquilinos para lograr un cambio tangible.