El controvertido proyecto minero Tía María, ubicado en la región de Arequipa, Perú, ha vuelto a posicionarse en el centro de la agenda económica, tras recientes declaraciones del ministro de Energía y Minas, Óscar Vera. Según destacó el funcionario, el proyecto, que ha enfrentado años de rechazo social y paralización, es ahora una «realidad» que promete dinamizar la economía local y nacional, garantizando el respeto a las normativas ambientales y sociales.
En un evento público, Vera afirmó que el gobierno está trabajando activamente en coordinación con la empresa Southern Copper Corporation, encargada del desarrollo del proyecto, para garantizar una ejecución sostenible y respetuosa de las comunidades locales. «Tía María no solo será beneficioso para el sector minero, sino también un motor de desarrollo para toda la región», sostuvo el ministro.
El proyecto Tía María ha sido controversial desde sus inicios. A pesar de contar con los permisos necesarios para operar desde 2014, la oposición de las comunidades locales y grupos ambientalistas ha impedido el inicio de las actividades extractivas. Las principales preocupaciones giran en torno al impacto ambiental de la mina y el posible afectamiento a los recursos hídricos de la zona, clave para la agricultura local.
No obstante, según Vera, el gobierno peruano está comprometido en garantizar que el proyecto cumpla estrictamente con los estándares internacionales de sostenibilidad. En este sentido, destacó que el diálogo con las comunidades es una prioridad para mitigar los conflictos sociales que históricamente han frenado el avance del sector minero.
Southern Copper, subsidiaria del Grupo México, ha señalado previamente que la inversión prevista para el proyecto asciende a 1,400 millones de dólares. De concretarse, Tía María sería una de las mayores minas de cobre del país, con una capacidad de producción estimada en 120,000 toneladas anuales de dicho mineral. Esto fortalecería aún más la posición de Perú como uno de los principales productores mundiales de cobre, un insumo esencial para la transición energética y la industria tecnológica global.
Pese al optimismo del gobierno y la empresa, los analistas advierten que los desafíos no son menores. El antecedente de protestas sociales y bloqueo de proyectos mineros en Perú genera incertidumbre sobre la viabilidad de Tía María. Además, el contexto político y económico actual del país, marcado por una desaceleración en algunos sectores y tensiones sociales, podría dificultar el avance de esta iniciativa.
El anuncio del ministro Vera reabre el debate sobre el rol del sector minero en Perú, enfrentando la dualidad de su potencial como generador de ingresos fiscales y empleo frente a sus posibles repercusiones sociales y ambientales. A medida que el gobierno busca equilibrar estas fuerzas, el desarrollo de Tía María será un caso clave para evaluar la capacidad del país de avanzar hacia una minería responsable e inclusiva.
