La producción de acero en Argentina registra una caída interanual del 18,1% en noviembre
La industria siderúrgica argentina enfrenta un panorama complicado tras un desplome significativo en la producción de acero crudo. Según datos reportados por la Cámara Argentina del Acero, la producción nacional del sector cayó un 18,1% interanual en noviembre, alcanzando las 374.100 toneladas. Este descenso marca una de las contracciones más notables en lo que va del año, reflejando las tensiones económicas y los desafíos estructurales que atraviesan las actividades industriales en el país.
El reporte atribuye esta baja principalmente a la desaceleración de la demanda doméstica en diferentes sectores clave, como la construcción, la agroindustria, y el segmento de electrodomésticos. Además, factores externos como la recesión global y la volatilidad de los mercados influyen en las complicaciones que enfrenta el sector siderúrgico local, sumándose a una compleja coyuntura económica argentina caracterizada por altos niveles de inflación e incertidumbre macroeconómica.
En lo que respecta a los datos acumulados del año, entre enero y noviembre de 2022, la producción total de acero se situó en 4,62 millones de toneladas, representando un leve incremento del 1,2% en comparación con el mismo período del año pasado. Sin embargo, ese crecimiento general no logró compensar la contracción registrada en meses recientes, lo que genera preocupación respecto a la posibilidad de un retroceso en la recuperación observada en la etapa pospandemia.
Otro dato destacado por la Cámara Argentina del Acero fue la merma en la demanda de acero plano laminado, insumo clave para muchas industrias, que experimentó una baja interanual del 11,6%. Esto vendría a confirmar una menor actividad en sectores como la automotriz y de bienes duraderos, que son parte esencial de la cadena de valor del acero y que al mismo tiempo enfrentan restricciones derivadas de políticas internas y complicaciones para acceder a financiamiento.
La industria siderúrgica argentina no es ajena al encarecimiento de costos y a los problemas logísticos derivados de la volatilidad cambiaria y las limitaciones en el acceso a divisas, factores que impactan tanto en la provisión de insumos como en la competitividad de las exportaciones. En este contexto, los empresarios del sector han manifestado la necesidad de mayor previsibilidad económica y normativas que fomenten la inversión.
Si bien las proyecciones a mediano plazo seguirán dependiendo de las políticas económicas locales y de la evolución de la demanda global, el sector del acero enfrenta el desafío de adaptarse a un entorno cada vez más desafiante. Las autoridades industriales destacan la importancia de articular esfuerzos entre los actores económicos y el gobierno para fortalecer la cadena productiva y amortiguar los impactos de la crisis.