Devaluación y temores geopolíticos: el peso mexicano enfrenta una tormenta en el cierre del 2024
El peso mexicano cierra el 2024 en medio de una fuerte devaluación provocada, en gran parte, por el regreso del expresidente Donald Trump como figura central en la política norteamericana. La moneda latinoamericana sufrió un descalabro significativo en los últimos días del año ante un fortalecimiento marcado del dólar y el resurgimiento de tensiones geopolíticas en la región. Según datos publicados en el artículo de iEconomia.com, el peso tocó mínimos históricos al finalizar diciembre, lo que desató alarma entre analistas, inversionistas y organismos financieros.
El renovado protagonismo de Trump en el panorama político estadounidense, de cara a las elecciones presidenciales de 2024, ha generado incertidumbre en los mercados emergentes, especialmente en México, que se encuentra expuesto por su cercanía económica y geográfica con Estados Unidos. Las amenazas de reinstaurar políticas proteccionistas y renegociar acuerdos comerciales, como lo hiciera durante su gestión previa, han encendido las alertas entre inversionistas internacionales. Esto ha impactado directamente en la confianza de los mercados hacia el país azteca, donde se observó una huida masiva hacia activos considerados refugios seguros.
El precio del dólar frente al peso mexicano superó niveles no vistos desde años anteriores, lo que llevó al tipo de cambio a ubicarse en cifras cercanas a los 20 pesos por dólar. Expertos consultados señalan que este brusco ajuste no solo está atado a elementos externos, sino también a factores internos dentro de la economía mexicana, como un crecimiento reducido del Producto Interno Bruto (PIB) y la persistencia de altos niveles de inflación, que debilitan aún más la capacidad de respuesta ante desafíos globales.
Por otro lado, el Banco de México (Banxico) se encuentra en una posición delicada. Aunque las tasas de interés se han mantenido altas para contener la inflación, el sacrificio ha sido un escenario de menor crecimiento económico. La temporada navideña, marcada por un usual aumento en el comercio y las remesas provenientes de Estados Unidos, no logró revertir el impacto de los eventos políticos internacionales en el mercado cambiario.
El escenario plantea preguntas clave hacia el 2025. Los economistas advierten que, si las tensiones comerciales aumentan, México podría enfrentar una espiral de debilitamiento en su moneda y, eventualmente, un golpe significativo a su capacidad exportadora. Al mismo tiempo, la incertidumbre podría pasar factura en términos de desincentivos a la inversión extranjera directa en sectores estratégicos.
En conclusión, el peso mexicano comienza el próximo año con un panorama incierto, envuelto en una combinación peligrosa de presiones externas e internas. La reacción del Gobierno mexicano y del Banco de México se convertirá en un punto clave a seguir en los primeros meses del 2025. Por ahora, los mercados miran con inquietud hacia el norte, donde las decisiones de Washington seguirán marcando la pauta en la región.