El peso mexicano se dispara tras señales de distensión de Donald Trump: Impacto en el dólar
En la jornada del jueves, el peso mexicano registró un destacado repunte impulsado por comentarios conciliatorios del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, que hicieron eco en los mercados financieros internacionales. Este movimiento también tuvo su correlato en la cotización del dólar, destacándose un cambio en las dinámicas habituales del mercado de divisas.
El ascenso del peso mexicano, que llegó a cotizarse cerca de los 17.70 unidades por dólar, se dio en un contexto de menores tensiones políticas en la región, después de que Trump, en una aparición mediática, atenuara el tono de algunas de sus declaraciones recientes. Aunque los mercados suelen estar más influenciados por eventos económicos, la importancia de los gestos políticos no pasa desapercibida, especialmente frente a la expectativa de estabilidad en las próximas elecciones estadounidenses.
El debilitamiento del dólar, en contrapartida, responde también a una acumulación de variables en los mercados globales. Entre ellas, se encuentran signos de moderación en la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y especulación sobre próximos recortes en las tasas de interés luego de la persistente lucha contra la inflación. Esto ha llevado a que los inversores reconsideren sus posiciones en activos más seguros y, en su lugar, opten por monedas de mercados emergentes como el peso mexicano, que ofrece mejores rendimientos.
Analistas financieros en la región observan con interés el desplazamiento de capitales hacia monedas emergentes, ya que dicha tendencia podría reforzar no solo al peso mexicano, sino también a otras divisas latinoamericanas como el real brasileño o el peso colombiano. En este sentido, el comportamiento del peso argentino también sigue bajo la lupa, aunque se encuentra condicionado por las presiones inflacionarias internas y la incertidumbre política de cara a las elecciones generales.
Desde un enfoque regional, la apreciación del peso mexicano podría tener implicancias significativas en el comercio bilateral con sus principales socios, incluidos Estados Unidos y Canadá, al reducir costos de importación frente a sus contrapartes en dólares. Además, reafirman la estabilidad macroeconómica de México en un momento en que el país se posiciona como una opción atractiva para la relocalización industrial (nearshoring).
Por último, especialistas sugieren que los inversionistas continúen monitoreando los factores tanto locales como internacionales que afectan el mercado de divisas. Si bien la calma percibida a corto plazo contribuye al fortalecimiento de monedas emergentes, la incertidumbre electoral en EE.UU. podría redirigir pronto la atención a activos más seguros, beneficiando nuevamente al dólar.
En conclusión, la intersección de política y mercados muestra una vez más la incidencia de los discursos y señales de estabilidad. Aunque el peso mexicano se aprovecha de este respiro, el panorama sigue abierto a nuevos cambios dependientes de datos económicos y desarrollos políticos de alto impacto.