Golpeado por la incertidumbre global: El peso mexicano se deprecia frente al dólar en medio del conflicto Rusia-Ucrania
Según datos de iEconomia.com, el peso mexicano ha sufrido una abrupta caída frente al dólar estadounidense como resultado de la creciente incertidumbre geopolítica generada por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Durante la sesión del jueves, la divisa mexicana alcanzó niveles de 18,60 pesos por dólar, la cifra más baja registrada en los últimos meses, lo que ha repercutido en los mercados emergentes, entre ellos, el de México.
Analistas del mercado atribuyen esta depreciación a una fuga de capitales hacia activos más seguros, como el dólar estadounidense, en respuesta a la escalada de tensiones militares en Europa del Este. El conflicto ha avivado las preocupaciones sobre su impacto económico, principalmente en el comercio internacional y los precios de las materias primas. Según algunos reportes, tanto el petróleo como los alimentos han registrado aumentos considerables, lo que presiona la inflación y exacerba la volatilidad cambiaria.
La tendencia a una mayor aversión al riesgo no es nueva, pero se ha intensificado con las recientes sanciones económicas impuestas a Rusia por parte de Occidente y la posibilidad de que el flujo energético global se vea interrumpido, afectando las economías en desarrollo como la mexicana. Aunque estas sanciones no tienen un impacto directo en México, los efectos colaterales de una reconfiguración de las cadenas de suministro y la volatilidad en los precios de productos clave, como el petróleo, podrían generar efectos negativos en la economía latinoamericana.
El peso mexicano, que normalmente tiene un comportamiento más sólido en comparación con otras monedas regionales, está sintiendo el embate de esta crisis, un fenómeno agravado también por las políticas monetarias restrictivas que está aplicando la Reserva Federal de Estados Unidos. El alza en las tasas de interés por parte del banco central estadounidense, con el objetivo de controlar la inflación, alienta el movimiento inversor hacia activos en dólares, debilitando a las economías emergentes que carecen de una estabilidad comparable.
No obstante, algunos economistas consideran que es posible que esta tendencia devaluatoria del peso mexicano sea transitoria y dependa en gran medida de la evolución del conflicto en Ucrania. A pesar de que la actual coyuntura sigue generando alta volatilidad, los fundamentales de la economía mexicana, como sus reservas internacionales y el nivel de exportaciones, ofrecen cierto respaldo de cara a choques externos.
Por el momento, los inversores siguen expectantes ante la evolución del escenario internacional y buscan refugio en activos de menor riesgo, lo que complica el panorama para monedas emergentes. A medida que la geopolítica sigue dominando la agenda global, todo indica que la extrema volatilidad del mercado cambiará solo cuando se resuelvan las tensiones internacionales, dejando al peso mexicano en una situación altamente vulnerable.