El Banco de México recorta tasas mientras el peso mexicano enfrenta presiones cambiarias
En un escenario marcado por decisiones monetarias y movimientos en los mercados cambiarios, el Banco de México (Banxico) sorprendió esta semana con un recorte en su tasa de interés de referencia. Este ajuste despertó reacciones mixtas en los mercados internacionales y, particularmente, en los actores financieros que siguen de cerca el desempeño del peso mexicano frente al dólar estadounidense. Según informó Investing.com, el recorte busca promover un impulso adicional al crecimiento económico en México, aunque su impacto sobre la moneda local ha generado debates.
Banxico redujo la tasa en 25 puntos base, llevándola de 11.25% a 11.00%, citando una moderación de las presiones inflacionarias en el país y la necesidad de armonizar las condiciones financieras con las perspectivas económicas actuales y futuras. Sin embargo, la medida ha generado volatilidad en el mercado cambiario. El peso mexicano reaccionó de forma negativa en los primeros movimientos de esta jornada, depreciándose frente al dólar estadounidense. Esto ocurre en un contexto donde la divisa mexicana solía destacar entre las más fuertes de los mercados emergentes en 2023.
De acuerdo con datos del cierre previo, el dólar se cotizaba en 18.22 pesos, pero tras el anuncio, la moneda mexicana enfrentó un debilitamiento inmediato, elevando el precio del dólar por encima de los 18.40 pesos en operaciones interbancarias. Este desliz busca acomodarse tras meses de cautela monetaria y un contexto global de ajustes financieros. No obstante, los analistas advierten que decisiones como esta podrían erosionar la competitividad de la moneda mexicana si el ritmo de recortes se acelera o si la economía global enfrenta nuevos shocks.
Vale la pena destacar que la determinación de Banxico ocurre en un marco de divergencia respecto a otros bancos centrales de la región y del mundo, como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que mantiene tasas altas a modo de freno frente a persistentes datos inflacionarios en ese país. La política monetaria más flexible en México podría posicionar al peso bajo presión adicional si el diferencial entre las tasas de interés continua estrechándose.
Por su parte, economistas consultados por el portal aseguran que el principal desafío de Banxico será encontrar un equilibrio entre sostener el crecimiento económico, mantener la inflación bajo control y evitar una salida de capitales que incremente la volatilidad del peso. En este contexto, los ojos de los mercados se mantendrán atentos a las próximas decisiones de política monetaria de México y a cómo se desenvuelva el tipo de cambio en las semanas venideras.
Con este ajuste, Banxico marca un punto de inflexión que podría reconfigurar tanto la percepción como las expectativas hacia la economía mexicana, en un entorno donde la cautela sigue siendo clave.