El peso mexicano cierra el 2024 con tensión en los mercados frente al fortalecimiento del dólar
En el último fin de semana del año 2024, el peso mexicano enfrentó mayores desafíos en los mercados financieros internacionales, cerrando el período bajo presión ante un fortalecimiento global del dólar y un escenario externo marcado por la incertidumbre. Según reporta Investing.com, la moneda mexicana cayó frente a su contraparte estadounidense, en línea con otras divisas de mercados emergentes que también registraron un desempeño negativo.
El peso, que a lo largo del año experimentó variaciones significativas influenciadas por decisiones de política monetaria tanto internas como externas, mostró una tendencia a la baja debido al endurecimiento de la política de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). De acuerdo con los analistas, el cambio de postura de la Fed tras mantener tasas elevadas creó un viento en contra para economías emergentes como la mexicana, ya que fortaleció el atractivo del dólar como inversión segura.
Factores locales tampoco jugaron a favor del peso mexicano. La incertidumbre política y económica en el país, combinada con datos económicos recientes que no alcanzaron las proyecciones esperadas, han incrementado la cautela entre los inversionistas. A pesar de los esfuerzos del Banco de México por mantener estabilidad cambiaria mediante intervenciones y tasas de interés altas, la presión externa continúa jugando un papel preponderante en el debilitamiento del peso.
A nivel técnico, la moneda mexicana se acercó peligrosamente a niveles clave de soporte frente al dólar. En los mercados spot, la relación peso-dólar osciló en cifras que reflejan un deterioro frente a las semanas anteriores. Asimismo, el comportamiento del índice dólar ?que mide el desempeño del billete estadounidense frente a una canasta de divisas internacionales? marcó un repunte significativo, lo que reforzó la caída de las monedas emergentes.
A pesar de los nubarrones en el cierre del año, algunos expertos se mantienen optimistas sobre la capacidad del peso para recuperar terreno durante los primeros meses de 2025. La expectativa de que la Fed pueda moderar su política monetaria en el corto plazo y factores estacionales asociados a un mayor ingreso de remesas podrían favorecer una apreciación de la moneda mexicana, equilibrando parcialmente el panorama. No obstante, para que este escenario se materialice, será clave monitorear de cerca las negociaciones fiscales y comerciales de México, así como las dinámicas geopolíticas que impacten en los mercados globales.
En conclusión, el fin de 2024 pone al peso mexicano frente a un entorno de desafíos externos intensificados por la fortaleza del dólar. Con la vista puesta en el futuro, el enfoque de los inversionistas se centrará en las estrategias de política económica y monetaria adoptadas por las autoridades mexicanas y los posibles vientos de cambio en el contexto internacional.
