La Reserva Federal de EE.UU. suspende pruebas de estrés climático para bancos de Wall Street
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha decidido suspender las pruebas de estrés climático para los bancos más grandes de Wall Street, según informó el organismo este jueves. Esta medida marca un giro en la estrategia regulatoria sobre los riesgos asociados al cambio climático dentro del sistema financiero estadounidense.
El programa de pruebas de estrés climático fue lanzado en 2023 con el objetivo de evaluar hasta qué punto las principales entidades bancarias del país estaban preparadas para enfrentar riesgos financieros derivados del cambio climático. Estas pruebas analizaban escenarios hipotéticos relacionados con desastres naturales, regulaciones más estrictas sobre emisiones de carbono y cambios en la demanda de ciertos sectores de la economía.
La suspensión fue anunciada en un comunicado en el que la Fed explicó que su enfoque sobre los riesgos financieros climáticos se centrará ahora en otros métodos de supervisión y en la cooperación con otras agencias reguladoras. Funcionarios del banco central estadounidense justificaron la decisión afirmando que las entidades financieras ya cuentan con capacidades significativas para gestionar estos riesgos sin necesidad de estas pruebas.
La medida ha generado reacciones encontradas. Por un lado, representantes del sector financiero han acogido favorablemente la decisión, argumentando que la Fed debe centrarse en temas más inmediatos, como la estabilidad bancaria y la inflación. Por otro lado, expertos en sostenibilidad y grupos ambientalistas han criticado la suspensión, advirtiendo que minimizar la evaluación de estos riesgos podría comprometer la resiliencia del sistema financiero a largo plazo.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de EE.UU., había defendido anteriormente la necesidad de considerar el impacto del cambio climático en los mercados financieros. Sin embargo, la Fed, liderada por Jerome Powell, ha mantenido una postura más cautelosa en la regulación de estos riesgos, subrayando su mandato principal de estabilidad financiera y control de la inflación.
Con esta decisión, Estados Unidos se aparta de las tendencias regulatorias de otros países, como el Reino Unido y la Unión Europea, donde los reguladores han intensificado los esfuerzos para incorporar factores climáticos en la supervisión bancaria. En el caso de Europa, el Banco Central Europeo (BCE) ha advertido sobre los crecientes desafíos del cambio climático y ha impulsado evaluaciones obligatorias para las entidades bancarias.
Si bien la Fed ha indicado que continuará monitoreando los riesgos climáticos a través de otros mecanismos, la suspensión de estas pruebas refleja una menor prioridad frente a otras preocupaciones económicas. Esta decisión podría influir en cómo otros reguladores financieros de la región aborden la supervisión de riesgos climáticos en el futuro.