En un contexto globalizado y de adaptación industrial, Ford ha anunciado recortes relevantes en Europa, especialmente vinculados a la transición hacia vehículos eléctricos. Sin embargo, la planta de Almussafes, en Valencia, España, permanece al margen de estas medidas gracias a la solidez de su propio plan estratégico.
Según la información brindada por Ford, los ajustes afectarán a un total de 3,800 empleos en Europa, de los cuales una fracción considerable corresponde a áreas de ingeniería y oficinas administrativas. Este movimiento es parte de su esfuerzo por preparar la transición hacia una línea de modelos eléctricos, un proceso que exige una reconsideración en la cantidad de personal administrativo y en las estructuras enfocadas a la producción de vehículos con motor de combustión interna.
Pese a ser una de las plantas más significativas para la multinacional en el continente, Almussafes seguirá operando con normalidad. Esto se debe a que desde mediados de 2022, la planta de Valencia ha implementado un plan de ajustes que le otorga la capacidad de producir vehículos eléctricos, y poco a poco irá incrementando su penetración en este mercado en crecimiento. La transformación de las líneas de ensamblaje en Almussafes, cuyo foco está en adaptarse al ensamblaje de motores de combustión hacia uno puramente eléctrico, ya está en marcha y garantiza la viabilidad de la factoría de cara a los próximos años.
Asimismo, este enfoque flexible de la planta española le ha permitido seguir adelante en una etapa de transformación global de la empresa, evitando así los despidos masivos o las reducciones de plantilla que se darán en otras regiones, como en Alemania. El plan en Almussafes incluye la producción de nuevos modelos híbridos y eléctricos que demanda una menor complejidad en su construcción y, por ende, menos personal a largo plazo, pero Ford asegura que actualmente la planta tiene un cronograma de producción activo.
Mientras tanto, tanto las autoridades locales como los sindicatos en la Comunidad Valenciana han celebrado esta noticia como un logro, destacando la competitividad de la instalación y la capacidad de adaptación al futuro eléctrico. Cabe recordar que, en los últimos meses, la planta había competido con otro centro en Alemania por captar la inversión de Ford para la transición hacia modelos eléctricos. Finalmente, la planta valenciana ganó la apuesta, lo que demuestra su relevancia y papel estratégico para la compañía estadounidense en Europa.
En este escenario, Ford ha reiterado su visión de transformarse en un líder en movilidad eléctrica, con previsiones de que el 100% de sus coches vendidos en Europa en 2035 sean completamente eléctricos. Almussafes se presenta como un eslabón clave en esa estrategia, asegurando un interesante horizonte en términos de empleo y producción para los próximos años.