Ford Almussafes reorganiza su producción manteniendo un solo turno en el área de mecanizado
En una decisión estratégica de reestructuración, Ford España anunció que el área de mecanizado de su planta de motores en Almussafes, Valencia, operará únicamente con un turno a partir del próximo año. La medida, que refleja una adaptación de la producción a las actuales condiciones del mercado, se alinea con los esfuerzos de la automotriz estadounidense para aumentar la eficiencia en un contexto de transición hacia los vehículos eléctricos.
Según informó la compañía, esta reconfiguración responde a la menor demanda global de motores de combustión interna, causada en parte por la aceleración de las políticas de electrificación tanto en Europa como a nivel mundial. El recorte en la actividad de estas instalaciones afectará directamente a la sección de mecanizado de componentes como cigüeñales y bloques de cilindros, aunque no se ha especificado cuántos empleados podrían verse involucrados en esta reestructuración.
La planta de Almussafes es uno de los centros productivos clave de Ford en Europa. Actualmente, esta fábrica produce motores de combustión interna que se exportan principalmente a Estados Unidos y Canadá para su integración en modelos altamente demandados de la compañía, como algunas versiones de la pick-up F-150 y los SUV Lincoln. Sin embargo, con la creciente presión por parte de los reguladores y el mercado para reducir las emisiones, Ford ha intensificado su plan de electrificación, comprometiéndose a que toda su oferta de turismos en Europa sea 100% eléctrica antes del año 2035.
A pesar de esta reestructuración, representantes de la compañía han reiterado su intención de mantener Almussafes como un centro de referencia para Ford en Europa. No obstante, la reducción a un solo turno en el área de mecanizado es vista como una señal de los ajustes que muchas plantas tendrán que asumir mientras la industria atraviesa una transformación estructural. Cabe recordar que Almussafes ya había asegurado recientemente la adjudicación de nuevos modelos eléctricos para el futuro, lo que podría compensar las operaciones ligadas a la producción tradicional.
Este anuncio se enmarca en un panorama complejo para la industria automotriz europea, marcada por el aumento de costos, interrupciones en la cadena de suministro y la competencia creciente de fabricantes chinos en el segmento de vehículos eléctricos. Para Ford, el reto no solo radica en gestionar esta transición tecnológica, sino también en hacerlo de manera que asegure la sostenibilidad de sus operaciones y los empleos locales.
Las negociaciones con los sindicatos y el impacto socioeconómico de esta medida se irán definiendo en las próximas semanas, mientras la compañía ajusta sus operaciones a la nueva realidad del sector automotor global.