España lidera en agricultura ecológica: cultiva una quinta parte de la superficie orgánica europea
España consolida su posición como uno de los países líderes en la agricultura ecológica a nivel global, con datos recientes que revelan que cultiva el 20% de toda la superficie dedicada a esta modalidad en Europa y el 10% a escala mundial. Según un informe detallado difundido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación español y publicado en el portal iEconomia.com, el país ibérico ocupa el primer lugar en la Unión Europea y el cuarto a nivel global en términos absolutos de superficie ecológica, con un total de 2,6 millones de hectáreas certificadas para 2021.
La expansión de la agricultura ecológica en España se ha traducido en un importante crecimiento durante la última década, ya que, desde 2012, la superficie cultivada bajo este modelo ha aumentado un 18%. Según las estadísticas, gran parte de estas tierras son destinadas a cultivos como cereales, olivar y vid, sectores que han adoptado con fuerza prácticas sostenibles, reflejando tanto la preocupación por el medio ambiente como la creciente demanda de alimentos orgánicos por parte de los consumidores.
A nivel europeo, España comparte protagonismo con países como Francia, Italia y Alemania, que también figuran entre las naciones con mayores extensiones de agricultura ecológica. No obstante, España sigue destacando por su porcentaje de superficie certificada en comparación con el resto del continente. A nivel global, se sitúa después de Australia, que domina ampliamente con cerca de 36 millones de hectáreas, América Latina, Brasil y Argentina incluidos y Estados Unidos.
El informe atribuye este desempeño al esfuerzo conjunto de agricultores, legisladores y empresarios, quienes han promovido la transición hacia modelos de producción más sostenibles, respondiendo a exigencias de los mercados globales y adoptando la legislación impulsada por la Unión Europea. Además, el crecimiento del mercado orgánico, con consumidores más conscientes en temas ambientales y de salud, ha sido otro acelerador del cambio.
En el plano económico, la agricultura ecológica se traduce en oportunidades de negocio significativas. Los productos orgánicos, aunque suelen conllevar costos de producción más altos, a menudo alcanzan precios superiores en los mercados internacionales, lo que beneficia la balanza comercial agroalimentaria en países como España.
Con miras al futuro, el gobierno español ha ratificado su compromiso de apoyar y financiar el desarrollo de la agricultura sostenible, tomando en cuenta los objetivos climáticos y las metas planteadas en el Pacto Verde Europeo. Este compromiso asegura que España continúe jugando un papel clave en el impulso de la agricultura ecológica tanto dentro como fuera de Europa.
La expansión de este tipo de prácticas agrícolas no solo tiene implicancias medioambientales, sino que también refuerza el liderazgo de España en la vanguardia de la producción sostenible en un mercado global cada vez más competitivo.