El gobierno cubano, en una reciente declaración pública, justificó la apertura de tiendas que venden productos exclusivamente en dólares estadounidenses, argumentando que la medida responde a una crisis de liquidez aguda y a la falta de divisas extranjeras en el país. Esta decisión ha generado controversia entre la población y analistas económicos, quienes consideran que la medida exacerba las desigualdades sociales y pone en desventaja a las personas que no tienen acceso a remesas desde el exterior.
Según declaraciones oficiales recogidas por medios locales, altos funcionarios del gobierno explicaron que la iniciativa busca captar dólares para financiar importaciones esenciales, como alimentos, medicinas y productos básicos que actualmente escasean en la isla. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, Cuba ha enfrentado una importante contracción económica agravada por las sanciones estadounidenses y la reducción del turismo internacional, lo que ha mermado sus ingresos en divisas.
La apertura de estas tiendas forma parte de un conjunto de medidas adoptadas en los últimos años para enfrentar la crisis económica. Sin embargo, expertos sostienen que el modelo dual de comercio puede intensificar las desigualdades en un país que históricamente ha promovido la equidad económica. En las tiendas que operan en pesos cubanos, los anaqueles suelen lucir vacíos, dificultando que gran parte de la población acceda incluso a productos básicos.
Por su parte, la ciudadanía ha manifestado su descontento en las redes sociales y foros públicos, criticando que estas prácticas dividen aún más a la población entre los que tienen acceso a divisas y los que no. «Es prácticamente imposible sobrevivir con los ingresos en moneda nacional. Estamos viviendo una situación insostenible», expresó un residente de La Habana citado en medios independientes.
El uso de dólares en la economía cubana no es nuevo, pero la implementación de estas tiendas se suma a un escenario financiero complicado. En 2021, el gobierno había suspendido temporalmente los depósitos en dólares en bancos nacionales debido al bloqueo de Estados Unidos, lo que limitó aún más la disponibilidad de esta moneda en el sistema financiero formal.
Por el momento, las autoridades no han revelado planes para aliviar la carga sobre los ciudadanos que no pueden acceder a este tipo de tiendas. Sin embargo, dejaron abierta la posibilidad de evaluar futuros ajustes en función de las condiciones económicas y la disponibilidad de divisas.
Mientras tanto, analistas internacionales consideran que esta medida refleja la creciente necesidad del gobierno cubano de recurrir a soluciones de emergencia para mitigar la crisis económica. Sin embargo, advierten sobre los riesgos a largo plazo que podrían comprometer la cohesión social y profundizar los desafíos estructurales del modelo económico del país.
