El euro experimenta un leve repunte pero cierra la semana bajo presión frente al dólar
El euro mostró una ligera recuperación en la jornada del viernes, pero no logró superar un cierre semanal clave, manteniéndose por debajo del umbral de los 1,04 dólares. Esta situación pone de manifiesto la persistencia de la fortaleza del billete verde y las preocupaciones sobre el panorama económico global, factores que han presionado a la moneda única en las últimas semanas.
El repunte intradía del euro se dio en un contexto marcado por la publicación de nuevos datos económicos en Estados Unidos, los cuales destacaron la resiliencia de su economía. Según los informes, el gasto de los consumidores en el país norteamericano creció más de lo esperado en septiembre, impulsado por un alza en los ingresos personales que desafió los temores de una desaceleración en la demanda. Este panorama positivo para la economía estadounidense contrasta con las preocupaciones que persisten en Europa, sobre todo ante los signos de estancamiento en varias economías de la eurozona.
Durante la sesión del viernes, el euro logró avanzar un 0,45%, situándose en los 1,056 dólares, tras haber tocado un mínimo de seis meses a principios de semana. Sin embargo, en el balance semanal, la moneda continuó acumulando pérdidas y cerró por sexta semana consecutiva en terreno negativo frente al dólar. Este desempeño refleja las expectativas divergentes respecto a las políticas monetarias de la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE).
Mientras que la Fed parece estar consolidando su postura de mantener altas las tasas de interés en un intento por controlar la inflación sin comprometer el crecimiento económico, el BCE enfrenta un dilema más complejo. Con recientes señales de enfriamiento en la actividad económica de la eurozona, los analistas están cada vez más divididos sobre si la entidad liderada por Christine Lagarde podrá justificar futuros aumentos de tasas en el corto plazo. Este contraste ha reforzado el atractivo del dólar como activo seguro, disminuyendo la demanda por el euro.
Sumado a esto, las tensiones geopolíticas en Medio Oriente y los posibles impactos de un conflicto prolongado sobre los precios de la energía han generado mayor aversión al riesgo en los mercados globales. Este escenario ha beneficiado al dólar debido a su papel tradicional como refugio en tiempos de incertidumbre.
De cara a las próximas semanas, la evolución del euro estará estrechamente vinculada al comportamiento del índice dólar, así como a nuevos datos macroeconómicos en ambos lados del Atlántico. Por ahora, la moneda única enfrenta desafíos significativos para revertir su tendencia bajista, dados los múltiples factores que continúan jugando en su contra.