El euro cede terreno tras decisión del BCE; BNP advierte posible paridad para 2025
En medio de un escenario volátil marcado por las decisiones de política monetaria en Europa, el euro experimentó una caída significativa tras la reciente medida adoptada por el Banco Central Europeo (BCE). La entidad recortó la tasa de depósito al -0,30%, profundizando los esfuerzos por reactivar la actividad económica en la zona euro mientras combate la persistente baja inflación.
De acuerdo con analistas, la decisión de ajustar las tasas busca mitigar los impactos económicos derivados de un entorno global desfavorable, incluyendo las tensiones geopolíticas y las preocupaciones por un crecimiento más lento en varios mercados clave. Sin embargo, esta acción ha generado una señal de inquietud entre los inversores, lo que se tradujo en una depreciación inmediata del euro frente al dólar estadounidense.
Según datos recabados tras el anuncio del BCE, la moneda única tocó un mínimo en varias semanas frente al billete verde, posicionándose en niveles que reflejan una creciente presión sobre las políticas económicas del bloque europeo. En este contexto, el euro cerró una jornada a la baja frente a las principales divisas internacionales.
En tanto, el banco de inversión BNP Paribas proyectó un panorama complicado para el euro a mediano plazo, anticipando que podría llegar a la paridad con el dólar para finales de 2025. Este pronóstico se sustenta en las diferencias entre las trayectorias de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y el BCE. Mientras la Fed mantiene una postura más restrictiva, con tasas altas destinadas a combatir la inflación doméstica, el BCE enfrenta un margen más limitado debido a la fragilidad de las economías de la región.
Los analistas de BNP Paribas argumentaron que, si bien las recientes acciones del BCE pueden aliviar ciertos riesgos inmediatos, a mediano y largo plazo la persistencia de políticas monetarias divergentes entre ambos lados del Atlántico podría ejercer una presión adicional sobre el euro. Esto podría implicar desafíos importantes para las empresas europeas que dependen de los mercados internacionales, así como para las importaciones de energía denominadas en dólares, lo que fortalecería aún más la demanda del billete verde.
En este contexto, la atención se centra ahora en los próximos pasos del BCE y en cómo abordará la creciente presión para equilibrar el estímulo económico con la estabilidad de su moneda. Las próximas reuniones y comunicaciones del organismo serán clave para determinar si el euro logra revertir su actual trayectoria descendente o si, como anticipa BNP Paribas, la paridad con el dólar se convierte en una realidad en los próximos años.
La volatilidad del mercado cambiario demuestra una vez más la complejidad de los pronósticos económicos a nivel global, particularmente cuando los bancos centrales toman decisiones que repercuten más allá de sus propias fronteras.