El euro cae bajo 1,04 dólares tras ajustes de la Fed sobre tasas 2025

El euro cae frente al dólar tras las últimas proyecciones de la FED

El euro volvió a caer por debajo de la barrera de los 1,04 dólares este martes, en medio de una reacción del mercado a las recientes declaraciones de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED). Según lo informado por la institución, las expectativas de recortes en las tasas de interés para 2025 son menores de lo previsto, consolidando al dólar como una divisa más atractiva para los inversores en el corto y mediano plazo. La noticia tuvo un impacto inmediato en el mercado de divisas, suscitando movimientos significativos entre las principales monedas internacionales.

El tipo de cambio se situó en 1,0389 dólares por euro al inicio de la jornada, marcando un retroceso del 0,15%. Este comportamiento posiciona al dólar cerca de máximos históricos de 10 meses en un entorno caracterizado por políticas monetarias con inclinación hawkish (restrictivas) por parte de la FED. Los analistas interpretan este ajuste como una señal clara de que el organismo mantendrá una postura firme en su lucha contra la inflación, priorizando estabilidad económica incluso a costa de un menor dinamismo en los mercados financieros más especulativos.

La FED ha sido explícita en sus proyecciones, anticipando que, para finales de 2025, las tasas de interés podrían ubicarse en niveles más altos de lo inicialmente planteado. Esto refleja una perspectiva más cauta frente a riesgos inflacionarios persistentes y una economía estadounidense resiliente que, pese a desafíos globales, mantiene un crecimiento sostenido. Los mercados internacionales han reaccionado alineándose con esta visión, lo que ha fortalecido al dólar frente a una canasta de divisas.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) enfrenta un escenario macroeconómico diferente. Con una inflación que, si bien sigue elevada, comienza a mostrar signos de desaceleración y una economía en desaceleración técnica, su margen de maniobra para ajustar las tasas de interés parece más restringido. Este desfasaje en las políticas de ambas entidades ha generado una amplia brecha en términos de atractivo inversor entre el euro y el dólar. Adicionalmente, los riesgos geopolíticos en Europa, junto con el alza de los costes energéticos, también han mermado la confianza en la moneda europea.

El rendimiento del dólar mantiene su impulso no solo frente al euro, sino también frente a otras divisas significativas como el yen japonés y la libra esterlina, afianzando su posición como activo refugio en momentos de incertidumbre global. En contraste, el euro sigue perdiendo fuerza debido al limitado margen político con el que cuenta el BCE para apuntalar su divisa.

El escenario actual vuelve a poner en el centro del debate los desafíos que enfrentan las economías desarrolladas en un contexto de endurecimiento monetario prolongado. Tanto Europa como Estados Unidos parecen ajustarse a sus respectivas realidades económicas, alejando, al menos por ahora, la posibilidad de políticas más expansivas en el horizonte cercano.

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