El rally del dólar estadounidense, que ha mantenido un ritmo alcista durante semanas, podría comenzar a desacelerarse de acuerdo con un informe reciente de ING, uno de los principales bancos de inversión europeos. La noticia, publicada por iEconomia.com, señala que la normalización en los mercados de divisas podría suavizar el avance del billete verde, aunque persisten factores que sostendrán su fortaleza en el corto plazo.
Según ING, el índice dólar, que mide el comportamiento de la moneda estadounidense frente a una canasta de otras divisas principales, habría alcanzado un punto de resistencia tras registrar importantes ganancias. Dicha desaceleración estaría relacionada con una mayor estabilidad global en los mercados de divisas, favorecida por la moderación de algunos riesgos macroeconómicos y el ajuste en las expectativas sobre la política monetaria.
En este sentido, el informe destaca cómo el endurecimiento de tasas de interés por parte de la Reserva Federal ha sustentado, hasta ahora, gran parte de la apreciación del dólar en 2023. Sin embargo, ING señala que las recientes señales de «normalización» en las políticas económicas globales podrían incentivar a los inversores a diversificar hacia otras monedas, limitando nuevas subidas.
A pesar de esa posible moderación, los analistas no descartan que el dólar mantenga parte de su atractivo debido a su papel de activo refugio y ante las incertidumbres geopolíticas y económicas actuales. Este respaldo estructural del dólar podría seguir siendo un elemento clave mientras los bancos centrales de otras economías desarrolladas maniobran con sus propias estrategias monetarias, especialmente en Europa y Asia.
El informe también pone el foco en la evolución del mercado de bonos estadounidenses como un termómetro relevante para el desempeño del dólar. Los rendimientos del Tesoro han influido enormemente en el sentimiento de los inversores durante este periodo de volatilidad y seguirán siendo un factor determinante hacia adelante. ING sostiene que la combinación de tasas de interés históricamente altas y una inflación más controlada podría ofrecer un panorama más predecible para los mercados financieros.
Por último, se subraya que los movimientos futuros del dólar dependerán de un conjunto de variables interrelacionadas, que incluyen las decisiones de política monetaria de la Fed, la percepción de riesgo global, y el desempeño de las principales economías del mundo. A pesar de la expectativa a corto plazo de una desaceleración en su rally, los analistas de ING advierten que pronosticar su comportamiento en el largo plazo sigue siendo un ejercicio de alta incertidumbre.
En conclusión, el billete verde parece estar encaminado hacia una mayor moderación tras meses de protagonismo en los mercados globales. No obstante, su papel central en la economía global sigue siendo indiscutible y podría mantenerlo como referente principal en el mercado de divisas.