EE.UU. evalúa exenciones arancelarias a aliados estratégicos
En un nuevo giro en su estrategia comercial, la administración del presidente Joe Biden está considerando implementar exenciones a los aranceles impuestos recíprocamente a ciertos aliados estratégicos. Así lo informó el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Johnson, quien sostuvo conversaciones con altos funcionarios de la Casa Blanca sobre este tema, según reportó Reuters.
Johnson indicó que la Casa Blanca está analizando posibles exenciones para naciones clave en respuesta a los aranceles que evalúa aplicar China sobre productos estadounidenses. «Estamos en diálogo con la administración y creemos que hay una oportunidad para mitigar algunas de las tensiones comerciales actuales», declaró el legislador.
Este anuncio se produce en un contexto en el que el gobierno de Biden busca equilibrar las relaciones comerciales con sus principales socios y, al mismo tiempo, proteger los intereses de la industria nacional. La política comercial de Estados Unidos ha estado marcada recientemente por un aumento en las tensiones con China, luego de que Pekín anunciara posibles represalias contra productos estadounidenses en respuesta a medidas arancelarias impuestas por Washington.
En este sentido, la administración estadounidense evalúa la posibilidad de otorgar exenciones arancelarias a países aliados o socios estratégicos para reducir el impacto de estos impuestos en el comercio global. Esta iniciativa podría beneficiar a varias economías que, hasta ahora, han estado sujetas a aranceles en el marco de la política de reciprocidad aplicada por Estados Unidos. Entre los países potencialmente beneficiados se encuentran algunas naciones europeas y asiáticas con relaciones comerciales estrechas con Washington.
Por su parte, el sector empresarial de Estados Unidos ha manifestado su preocupación por los efectos que las disputas comerciales pueden tener sobre la competitividad de la industria local. Empresas de manufactura y tecnología han advertido sobre el posible encarecimiento de insumos y la pérdida de acceso a mercados estratégicos si estas tensiones no se resuelven favorablemente.
En respuesta a estas inquietudes, la Casa Blanca ha buscado reforzar su compromiso con la estabilidad comercial, asegurando que cualquier medida que se implemente tendrá en cuenta tanto la agenda nacional como la necesidad de mantener alianzas económicas sólidas. Según fuentes gubernamentales, la administración está en proceso de evaluar qué sectores y qué países podrían recibir estas exenciones y bajo qué condiciones.
De concretarse, esta medida representaría un cambio significativo en la estrategia comercial de Estados Unidos, brindando cierto alivio a los países aliados y moderando las posibles represalias de otras potencias como China.
En los próximos días, los mercados globales estarán atentos a las decisiones de la Casa Blanca, mientras las negociaciones avanzan y los actores económicos evalúan el impacto de estos posibles cambios en la política arancelaria estadounidense.