Las demandas contra el talco para bebés de Johnson & Johnson siguen en pausa mientras avanza un plan de juicio por bancarrota
En una encrucijada legal con implicancias millonarias, los procesos judiciales relacionados con las demandas contra el talco para bebés de Johnson & Johnson continúan en pausa. Según informó iEconomia.com, el gigante farmacéutico enfrenta una avalancha de denuncias que suman decenas de miles, en las que se alega que su producto contiene asbesto, un mineral cancerígeno, y que está vinculado al desarrollo de cáncer de ovario y otros problemas de salud.
El conflicto legal se centra en una estrategia controvertida por parte de la compañía, que busca utilizar una filial en quiebra, LTL Management, como vía para solventar las compensaciones sin comprometer directamente las finanzas del grupo empresarial. La acción legal conocida como «Two-Step Texas» (doble paso de Texas) ha polarizado opiniones en Estados Unidos y generado un intenso escrutinio sobre la ética corporativa en estos procedimientos. Esta estrategia permite a las grandes empresas trasladar sus pasivos legales a una subsidiaria y, posteriormente, declararla en bancarrota, logrando así suspender las demandas en instancia judicial.
La pausa en los litigios fue extendida el pasado viernes luego de que un tribunal de bancarrota de Estados Unidos abriera una nueva etapa de deliberaciones sobre el plan de bancarrota presentado por la empresa. Este esquema incluye una oferta de 8.900 millones de dólares para resolver todas las demandas, lo que implica un incremento significativo respecto a la propuesta inicial de 2.000 millones de dólares rechazada en 2021.
El caso ha capturado la atención tanto de los afectados como de los expertos en derecho corporativo, ya que establece un precedente para cómo las grandes multinacionales podrían abordar crisis legales de gran envergadura en el futuro. Sin embargo, todavía falta la aprobación judicial del plan de bancarrota, mientras los demandantes continúan reclamando la reactivación de los juicios estancados.
Si bien Johnson & Johnson sigue afirmando que su talco es seguro y «libre de asbesto», la controversia ha golpeado su reputación pública. A esto se suma su decisión anterior de retirar el producto en América del Norte en 2020 y su posterior anuncio de detener su venta a nivel global en 2023, en medio de crecientes presiones regulatorias y litigios.
Con más de 38.000 demandas vigentes, el desenlace de este caso no solo definirá la responsabilidad financiera de Johnson & Johnson, sino que también podría marcar un hito en la relación entre las corporaciones, los tribunales de bancarrota y los derechos de los consumidores perjudicados. En tanto, miles de familias continúan esperando justicia en una batalla que seguramente tendrá repercusiones económicas y legales a largo plazo.