En un movimiento que se enmarca dentro del Plan Estratégico 2021-2030, el Grupo Correos ha justificado una importante reducción de capital por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en más de 211 millones de euros. Este ajuste, según las fuentes oficiales de la compañía, ha sido parte de una «reformulación del balance patrimonial» y permitirá optimizar la estructura financiera de la firma pública.
La reducción de capital responde a una operación que reduce los fondos propios de Correos para adecuarlos a las necesidades actuales del negocio, lo que, según la empresa, obedece a una coyuntura marcada por la creciente digitalización y los nuevos hábitos de consumo que han impactado en el sector postal tradicional. El ajuste en los fondos propios no implica un déficit en la solvencia de la compañía, de acuerdo con sus portavoces, que aseguran que se mantendrán las actividades y los compromisos de inversión ya planificados.
Este movimiento ocurre tras un contexto de éxitos limitados en el entorno económico para el Grupo Correos, que ha enfrentado una caída en la volumetría postal debido al incremento en el uso de medios digitales para la comunicación personal y comercial. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, la empresa señala que ha conseguido aumentar su presencia en el sector logístico, impulsada por el auge del comercio electrónico, una tendencia que se ha acentuado con fuerza en los últimos años, especialmente tras la pandemia del COVID-19.
No obstante, y aunque la línea logística sigue siendo un pilar de crecimiento, las transformaciones necesarias implicarán ajustes en diversas áreas. De aquí que la decisión de reducir el capital social se presenta como una respuesta más integral para mantener un equilibrio financiero que permita afrontar tanto las inversiones como las posibles tensiones en algún segmento del negocio.
La reducción de capital fue aprobada en una junta general extraordinaria celebrada en las últimas semanas, con el respaldo de la SEPI, el accionista mayoritario. En la misma reunión, se ratificó que esta medida no afectará ni el plan de crecimiento nacional e internacional, ni los desarrollos en cuanto a sostenibilidad y transformación digital previstos en el Plan Estratégico 2021-2030.
Entre las prioridades de dicho plan, Correos subraya su intención de continuar fortaleciendo su infraestructura logística, así como de incrementar su capacidad para ofrecer soluciones más eficientes en el reparto de última milla. El objetivo sigue siendo consolidarse como uno de los principales operadores logísticos en España y Europa, mientras se siguen ajustando sus operaciones tradicionales.
Aunque este movimiento refleja una reconfiguración patrimonial notable, la empresa resalta que su plan de inversiones a largo plazo no se verá comprometido, prometiendo continuar con su senda de modernización y adaptación a las nuevas necesidades del mercado.