La Confederación General del Trabajo (CGT) de España ha anunciado movilizaciones dirigidas contra Iryo, la nueva operadora ferroviaria de alta velocidad, con el objetivo de reclamar mejoras laborales para sus empleados. Según un comunicado oficial, los esfuerzos se centran en exigir el abono de nocturnidad y las dietas correspondientes, derechos que consideran fundamentales para los trabajadores de la compañía. Las protestas surgen en un contexto donde la operadora ha iniciado su expansión en un mercado competitivo.
La CGT sostiene que, pese a la importancia estratégica del sector ferroviario y el impacto que tiene en la movilidad de miles de personas, Iryo no estaría cumpliendo con las condiciones laborales acordadas. Entre los reclamos, figura el reconocimiento de un pago justo por las horas trabajadas durante la noche, además de la compensación adecuada por las dietas, dos elementos tradicionales en los convenios colectivos del sector. Desde el sindicato señalan que los empleados estarían trabajando bajo condiciones que no respetan sus derechos y que estas omisiones afectan tanto su bienestar como su nivel de desempeño.
Iryo, que comenzó sus operaciones el pasado año como la cuarta operadora en ingresar al mercado español tras la liberalización del sector ferroviario, pertenece a un consorcio liderado por Air Nostrum, Globalvia y Trenitalia. Desde su debut, la compañía no solo busca posicionarse como una alternativa innovadora en viajes de alta velocidad, sino también como un motor de generación de empleo. Sin embargo, la creciente tensión con el sindicato amenaza con empañar su imagen en esta etapa clave.
De acuerdo a la CGT, las autoridades de Iryo no han mostrado voluntad para negociar los puntos en discusión, lo que llevó a la organización sindical a tomar medidas más contundentes. Las movilizaciones previstas para los próximos días incluirán manifestaciones en puntos estratégicos, aunque no se han descartado futuras huelgas si las demandas no son escuchadas. El sindicato resalta que la intención de estas acciones es garantizar los derechos básicos de los trabajadores antes de que las irregularidades se perpetúen en el tiempo.
Por su parte, Iryo no ha emitido un comunicado oficial en respuesta a las acusaciones de la CGT al cierre de esta edición. Sin embargo, se espera que la situación se escale al ámbito jurídico o, alternativamente, derive en negociaciones intensivas si las presiones sindicales logran su cometido. A medida que se desarrollen estas movilizaciones, el conflicto podría servir de precedente para toda la industria ferroviaria europea, la cual enfrenta desafíos relacionados con la sostenibilidad económica, la competencia, y los estándares laborales.
El caso refleja las tensiones que pueden surgir en sectores recientemente liberalizados, donde las necesidades empresariales de eficiencia a menudo entran en conflicto con las demandas sindicales. Para Iryo, lograr un acuerdo sería crucial no solo para aliviar la tensión inmediata, sino también para establecer una relación duradera y productiva con su plantilla. Desde ieconomia.com seguiremos el desarrollo de esta noticia y cualquier respuesta que pueda surgir desde ambas partes.