La Bolsa española operará con un horario especial durante el cierre del año, ofreciendo únicamente media sesión el sábado 31 de diciembre, último día del 2022, mientras que permanecerá cerrada el domingo 1 de enero para el inicio del nuevo año. Según una nota publicada en iEconomia.com, esta decisión se enmarca dentro de los ajustes tradicionales en los calendarios de las principales plazas bursátiles internacionales en torno a las festividades navideñas y de Año Nuevo.
En detalle, el mercado de valores operará hasta las 14:00 horas el sábado, lo que permitirá a los inversores realizar ajustes de última hora a sus carteras antes del cambio de calendario. Posteriormente, todas las actividades se suspenderán el domingo, retomándose el lunes 2 de enero ya con el foco puesto en el inicio del ejercicio 2023, que para los analistas se presenta como un año cargado de incógnitas debido a la alta volatilidad económica y las tensiones geopolíticas globales.
Este ajuste en el horario bursátil no es exclusivo de España. Otros mercados internacionales también han adoptado horarios reducidos o cierres totales en días clave de las festividades. Por ejemplo, Wall Street no operó durante el lunes 26 de diciembre debido al feriado de Navidad, y en otros grandes centros como Tokio, Londres o Fráncfort se adoptaron medidas similares en los días previos.
La temporada navideña es tradicionalmente una etapa de baja actividad para los mercados, ya que muchos inversores institucionales y gestores de portafolios optan por tomarse un descanso durante estas fechas. Sin embargo, los momentos finales del calendario tienen su relevancia, ya que permiten completar movimientos estratégicos como el llamado «rally de fin de año» o ajustes fiscales de última hora. Estos movimientos pueden alterar los índices principales, aunque con una menor liquidez en el mercado que en otros períodos del año.
El cierre del año se presenta en un entorno económico complejo. España y la Unión Europea, al igual que otros grandes bloques económicos, enfrentaron en 2022 serios retos económicos como la inflación elevada, el endurecimiento de las políticas monetarias por parte de los bancos centrales y las incertidumbres derivadas del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. De cara a 2023, las expectativas del mercado están puestas en cómo evolucionarán las tasas de interés, el crecimiento económico global y la evolución de los precios de la energía, que han sido determinantes en las recientes turbulencias económicas.
Desde ieconomia.com seguiremos atentos a los primeros movimientos bursátiles del nuevo año y las señales clave que definan el rumbo de los mercados en este nuevo ciclo.
