La Bolsa de Londres cierra 2024 con balance positivo tras subida del 0,64%
En su última jornada del año, el índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres registró un alza del 0,64%, cerrando en 8.005,94 puntos y culminando con un rendimiento positivo en 2024. Este movimiento refleja el optimismo de los inversores ante la resiliencia de la economía británica frente a un panorama global caracterizado por desafíos económicos y geopolíticos.
Con un balance anual sólido, el FTSE 100 logró mantenerse como uno de los índices europeos que mejor comportamiento tuvo en un contexto liderado por incertidumbres. Factores como los elevados niveles de inflación, la política monetaria restrictiva de los principales bancos centrales y las tensiones en los precios de los bienes básicos fueron protagonistas durante el año. Sin embargo, la bolsa británica mostró fortaleza gracias al buen desempeño de sectores clave como el energético y el financiero.
En la sesión del 29 de diciembre, última del calendario bursátil, acciones importantes como las del sector petrolero y las mineras lideraron las ganancias. Un repunte en los precios del crudo y los minerales impulsaron estas empresas, destacando la contribución de gigantes corporativos como BP, Shell y Anglo American. También se observó una recuperación moderada en valores ligados al consumo, a medida que las preocupaciones sobre el impacto inflacionario cedieron ligeramente.
La divisa británica, por su parte, se mantuvo relativamente estable frente al dólar y al euro, lo cual fue un factor positivo para las exportadoras del Reino Unido listadas en el FTSE 100. Un entorno de volatilidad controlada en el mercado de divisas ofreció un respaldo indirecto a este índice bursátil.
El 2024 deja varias lecciones para los inversores británicos. La inflación, aunque mostró signos de moderación hacia el último trimestre, continuó siendo un desafío persistente para los hogares y las empresas. En respuesta, el Banco de Inglaterra mantuvo su política de tipos de interés elevados durante la mayor parte del año, con el objetivo de anclar las expectativas inflacionarias en el mediano plazo. Pese a estas tensiones, los mercados financieros del país lograron adaptarse, permitiendo rendimientos atractivos a quienes apostaron por sectores estratégicos.
En términos globales, el FTSE 100 se benefició de su exposición significativa a compañías internacionales y al comportamiento positivo de las materias primas. Esto lo colocó en una posición superior respecto a índices europeos como el DAX alemán o el CAC 40 francés, que cerraron el año con ganancias más moderadas.
Con la mirada puesta en 2025, los analistas esperan que la Bolsa de Londres afronte desafíos como los efectos de un crecimiento económico global más lento y las tensiones geopolíticas persistentes. Sin embargo, los fundamentos sólidos de sectores clave brindan esperanzas de que el mercado continúe desempeñándose favorablemente.