La Bolsa de Buenos Aires cierra en rojo y acumula presiones en un contexto de incertidumbre económica
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró este martes con una caída del 1,78%, lo que refleja las tensiones que atraviesa el mercado local en un contexto marcado por la incertidumbre económica y política en Argentina. La plaza bursátil culminó la jornada con el indicador de referencia ubicado en 826.682,11 puntos, extendiendo una semana de marcada volatilidad y ajustes en las cotizaciones de los principales activos financieros.
El panorama se tornó más complicado debido a movimientos selectivos de ventas en acciones líderes, en especial dentro del sector energético y financiero, dos áreas clave para el desempeño del mercado argentino. Entre los papeles que registraron mayores bajas se encuentran los de Ternium Argentina (-3,76%), Banco Macro (-3,09%) y Transportadora de Gas del Sur (-2,93%). Estos retrocesos influyeron de manera significativa en el desempeño general del principal índice de acciones del país.
En el mercado de renta fija, la tendencia tampoco mostró signos de recuperación. Los bonos soberanos en dólares operaron con bajas considerables en sus precios, mientras que los bonos ajustados por CER vinculados a la inflación tampoco escaparon a los movimientos de ventas generalizadas. La situación hizo que el riesgo país, medido por el índice elaborado por JPMorgan, se mantuviera por encima de los 2.100 puntos básicos, reflejando una persistente desconfianza de los inversores en la capacidad del país para cumplir con sus compromisos financieros.
Los analistas locales atribuyen estos movimientos a varios factores. Por un lado, las dudas sobre las perspectivas económicas del país en un entorno de alta inflación y restricciones cambiarias siguen presionando a los mercados. Por el otro, el escenario político, con un proceso electoral en curso y la falta de definiciones claras sobre las políticas a implementar después de las elecciones presidenciales, añade un elemento de incertidumbre que disuade a los inversores.
A nivel internacional, las variables externas tampoco colaboraron en la sesión bursátil. Los mercados globales operaron mixtos en una jornada marcada por preocupaciones en torno a la Reserva Federal de los Estados Unidos y posibles nuevas subas en las tasas de interés. Estos factores externos sumaron presión sobre un contexto doméstico ya de por sí frágil.
En síntesis, el mercado financiero argentino vive un momento crítico donde la conjunción de factores locales e internacionales impacta de manera negativa. Los inversores, tanto locales como extranjeros, mantienen una postura cautelosa, pendientes de un panorama que sigue siendo incierto y que no da señales claras de estabilización en el corto plazo.