Joe Biden busca reforzar la cadena de suministro global con viaje estratégico a Angola
En una jugada clave para reducir la dependencia mundial de China en minerales esenciales, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha decidido centrar su atención en Angola. Según informaron altos funcionarios de la Casa Blanca, el mandatario partirá hacia dicho país africano con el objetivo de fortalecer acuerdos económicos relacionados con minerales críticos como el cobalto, el litio y el níquel, elementos fundamentales para la transición energética global, especialmente en la producción de baterías para vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos.
La visita de Biden apunta a diversificar la cadena de suministro global y evitar los «cuellos de botella» que puedan derivarse de la concentración de las reservas de estos minerales en manos de China, la cual domina actualmente gran parte del mercado de procesamiento y refinamiento a nivel mundial. De hecho, expertos destacan que más del 70 % de la capacidad global de refinamiento de cobalto está en el gigante asiático, lo que genera una dependencia riesgosa geopolíticamente.
Angola, por otro lado, emerge como un nuevo actor en el tablero global de los minerales críticos. Según un informe reciente, el país ha incrementado significativamente su producción de cobalto y cuenta con vastos yacimientos aún sin explotar. Este potencial ha hecho que Angola se convierta en un socio atractivo no solo para Estados Unidos, sino también para la Unión Europea y otros países alineados con el bloque occidental. En ese marco, la administración Biden busca comprometer a Angola con acuerdos de largo plazo que garanticen un acceso estable y diversificado a estos recursos fundamentales.
Además de los minerales críticos, la agenda del mandatario estadounidense incluye temas relacionados con el desarrollo de infraestructura y el fortalecimiento de la gobernanza en recursos naturales, con el fin de asegurar que los beneficios económicos de la extracción lleguen a la población local. En respuesta, el gobierno de Angola también expresó su interés en intensificar las relaciones bilaterales para atraer nuevas inversiones tanto en minería como en otras áreas estratégicas.
El viaje de Biden a Angola es parte de una estrategia más amplia que incluye alianzas similares con otros países africanos y latinoamericanos, regiones que están ganando protagonismo en la extracción de minerales críticos. Según analistas del sector, esta táctica busca equilibrar las tensiones comerciales y tecnológicas actuales entre Washington y Beijing, posicionando a Estados Unidos como un competidor más fuerte en la carrera por dominar los mercados emergentes de la transición energética.
Con esta apuesta por África, la administración Biden subraya su compromiso con un cambio estructural en las cadenas de suministro en un momento en que el crecimiento de los mercados de energías renovables y movilidad eléctrica hace que los recursos naturales estratégicos sean más importantes que nunca.