Nippon Steel acusa a la administración Biden de interferencia ilegal en operación de adquisición
En un giro inesperado dentro del sector siderúrgico internacional, Nippon Steel, una de las principales empresas de acero de Japón, ha denunciado que la intervención del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para bloquear una operación de adquisición fue «ilegal». La compañía emitió estas declaraciones tras la decisión del mandatario de intervenir para impedir que la empresa japonesa avanzara con la compra de un joint venture vinculado a intereses chinos. Este movimiento abre un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre Estados Unidos, Japón y China.
La polémica se centra en la adquisición de Sanyo Special Steel Manufacturing, una subsidiaria en parte propiedad de Nippon Steel y cuyo control estaba en proceso de ser asumido por la compañía japonesa. Sin embargo, debido a la participación de un fondo de inversión chino en esta operación, la administración Biden intervino ante la Comisión de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS, por sus siglas en inglés) para detener el acuerdo, argumentando preocupaciones de seguridad nacional. Washington sostiene que la compra podría otorgar a China acceso a tecnologías críticas utilizadas en el sector siderúrgico.
El presidente de Nippon Steel no tardó en responder y calificó la intervención como una acción «ilegal y poco razonable». Según declaraciones recogidas, la compañía considera que el bloqueo se sustenta en fundamentos geopolíticos más que en pruebas concretas de amenazas reales. Nippon Steel asegura que la adquisición estaba cuidadosamente estructurada para garantizar el cumplimiento de las normativas internacionales, y apela a la preservación de la confianza en el sistema comercial global.
Este incidente subraya la creciente influencia de las tensiones entre Estados Unidos y China sobre los negocios internacionales. La administración Biden ha adoptado una postura firme para restringir la transferencia de tecnología a China, lo cual forma parte de una estrategia más amplia para proteger la competitividad tecnológica y reducir la dependencia de Pekín en sectores clave. Estas políticas han generado críticas, particularmente entre los aliados de Estados Unidos, como Japón, quienes consideran que estas medidas pueden convertirse en barreras proteccionistas que afectan la confianza empresarial.
El caso de Nippon Steel plantea interrogantes sobre las futuras dinámicas en el comercio y las inversiones internacionales. Mientras que el gobierno estadounidense insiste en la necesidad de salvaguardar la seguridad nacional, firmas extranjeras muestran su preocupación por la creciente intervención política en mercados que tradicionalmente han operado bajo principios de libre mercado. Por ahora, Nippon Steel no ha descartado tomar medidas legales para impugnar la decisión, lo que podría derivar en un litigio de alto perfil con implicancias económicas y diplomáticas de largo alcance.