En una estrategia orientada hacia la estabilidad económica, el Banco Central del Paraguay (BCP) ha fijado una ambiciosa meta de inflación del 3,5% para mediados del año 2026, según información revelada recientemente. Con un enfoque en la consolidación de su política monetaria, la entidad reguladora apuesta por mantener el horizonte de precios bajo control, una tarea crucial en el actual contexto económico global. Este objetivo estará acompañado de medidas estrictas y un enfoque técnico que buscan fortalecer la credibilidad del manejo macroeconómico del país vecino.
José Cantero, presidente del BCP, destacó que la proyección constituye un esfuerzo significativo por parte de la institución para alinear la inflación con los niveles observados en las principales economías de referencia. Durante una conferencia de prensa, Cantero subrayó que existen factores estructurales internos y externos que respaldan la gestión proactiva de los precios. Entre estos se encuentran los fundamentos de una economía estable con un crecimiento sostenido y relativamente diversificado, así como un sistema financiero sólido que favorece la transmisión efectiva de la política monetaria.
Actualmente, Paraguay enfrenta una tasa de inflación que ronda el 5%. Aunque esta cifra se encuentra dentro de niveles moderados en comparación con otros países de la región, reducirla al 3,5% supondrá un esfuerzo técnico significativo. Según las declaraciones del BCP, esta nueva meta está alineada con un marco estratégico que incorpora una política cambiaria flexible y un monitoreo constante para responder a posibles presiones inflacionarias derivadas de las fluctuaciones de los precios internacionales de alimentos y energía, factores críticos para este país exportador.
A pesar del optimismo del Banco Central, existen ciertos desafíos importantes. La dependencia económica de Paraguay respecto a los precios de los commodities y las condiciones de sus mercados vecinos, incluida Argentina, podría afectar su capacidad para alcanzar esta meta. Especialistas señalan que, además de fortalecer las herramientas de la política monetaria, el país necesita avanzar en reformas estructurales que contribuyan a minimizar sus vulnerabilidades externas.
Por otro lado, la confianza del sector privado será clave para el éxito del plan del BCP. La capacidad de generar predictibilidad y fomentar inversiones será crucial para mitigar impactos negativos sobre el consumo interno y la actividad económica. De esta forma, el Banco Central del Paraguay busca equilibrar una transición a niveles inflacionarios más bajos sin poner en riesgo el crecimiento del PIB ni elevar los niveles de desempleo.
Con esta iniciativa, el BCP reafirma su compromiso de mantener la estabilidad macroeconómica como pilar central de su plan de trabajo, ofreciendo una hoja de ruta clara para los próximos años. En un contexto regional marcado por desequilibrios económicos e incertidumbre, Paraguay apuesta por diferenciarse como un ejemplo de fortalecimiento institucional enfocado en resultados concretos.