El Banco Central de Argentina ajustará la política cambiaria y reducirá el ritmo de devaluación del peso
En un movimiento significativo para el mercado cambiario, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció que reducirá el ajuste mensual en la cotización oficial del dólar al 1 %. La medida busca moderar el ritmo de depreciación del peso, coincidiendo con el objetivo de desacelerar la inflación en el país, que sigue siendo uno de los principales desafíos económicos.
Según información proporcionada por fuentes oficiales y reportada por medios especializados, el ajuste representa un cambio substancial respecto a los meses anteriores, cuando la devaluación mensual se ubicaba en torno al 3 %. La política cambiaria del BCRA responde a una estrategia acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como parte de los compromisos asumidos en el marco del programa de financiamiento acordado entre ambas partes.
La decisión se produce en un contexto donde las reservas internacionales del país están en niveles críticos y el acceso al mercado de divisas permanece restringido. Ante esta coyuntura, el Banco Central busca frenar la volatilidad cambiaria, evitar un impacto brusco en los precios internos y generar estabilidad en el mercado, todo ello mientras intenta mantener bajo control un nivel de inflación que para 2023 se proyecta superior al 120 % anual, según analistas privados.
Además, esta medida surge pocos días después de las recientes elecciones primarias de Argentina, en las que el dólar paralelo, conocido como «blue», y otros tipos de cambio alternativos experimentaron fuertes aumentos, respondiendo a la incertidumbre política y económica del país. De este modo, el BCRA intenta recuperar cierto nivel de previsibilidad en materia cambiaria, con el objetivo de calmar las expectativas tanto de los actores financieros como de la población en general.
Sin embargo, diversos analistas han advertido que el ajuste al 1 % podría resultar insostenible en el largo plazo si la inflación no muestra signos de desaceleración. Mantener un tipo de cambio atrasado respecto a los precios internos podría generar presiones adicionales en el mercado cambiario, lo que eventualmente podría derivar en una corrección futura más abrupta.
El impacto de esta medida será seguido muy de cerca por los mercados y los organismos internacionales, ya que podría influir no sólo en la política económica del gobierno en los próximos meses, sino también en la dinámica electoral de las elecciones generales que tendrán lugar en octubre. Mientras tanto, el mercado cambiario y los actores económicos permanecen vigilantes ante nuevas señales del Banco Central y el Ministerio de Economía.