UE negocia pesca 2025: España critica plan de Bruselas para Mediterráneo

La Unión Europea busca acordar cuotas pesqueras para 2025 en medio de tensiones con España sobre el Mediterráneo

En un contexto de fricciones crecientes y posturas divergentes, los países miembros de la Unión Europea (UE) se encuentran negociando las cuotas de pesca para el año 2025. Uno de los puntos más controversiales se centra en las restricciones propuestas por Bruselas para la pesca en el Mediterráneo, las cuales han generado una oposición firme por parte de España que, junto con otros países, critica las medidas como excesivamente estrictas.

Las discusiones, que aún no han alcanzado un consenso, ponen de manifiesto las dificultades de equilibrar la sostenibilidad de los recursos pesqueros con las necesidades económicas de los sectores afectados. La propuesta de la Comisión Europea busca reducir el impacto ambiental en el Mediterráneo, una región categorizada como particularmente vulnerable debido a la sobreexplotación de recursos marina. Sin embargo, España, una nación con una fuerte tradición pesquera y gran dependencia del sector en ciertas regiones costeras, ha expresado que las limitaciones podrían tener impactos socioeconómicos devastadores.

En particular, se cuestiona la efectividad de las restricciones en aumentar la sostenibilidad, argumentando que éstas no consideran las particularidades de cada estado miembro. Asimismo, el gobierno español ha abogado por un enfoque basado en la evidencia científica y la consulta directa con las comunidades afectadas. Países como Italia y Grecia también han mostrado reticencias, considerando que las medidas de Bruselas podrían ser arbitrarias y desproporcionadas.

En el trasfondo de estas negociaciones está la estrategia más amplia de la UE para la conservación de las poblaciones de peces y la protección del ecosistema marino. La UE busca cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo y la sostenibilidad de la pesca en el largo plazo, pero la falta de consenso entre los países miembros amenaza con ralentizar el proceso. Además, estos desacuerdos subrayan las tensiones entre las prioridades medioambientales y las realidades económicas que enfrentan algunos sectores productivos.

Por otro lado, desde Bruselas insisten en que estas medidas son necesarias para garantizar la regeneración de las especies en el mar Mediterráneo, una cuenca donde la presión pesquera es una de las más altas del mundo. La Comisión Europea recuerda que el cumplimiento de estas políticas es fundamental para asegurar la viabilidad del sector pesquero a largo plazo.

El desenlace de las negociaciones sobre las cuotas pesqueras estará sujeto al consenso final entre los ministros de Pesca de los estados miembros, quienes deberán encontrar un delicado equilibrio entre la sostenibilidad ecológica y la viabilidad económica. Se espera que las discusiones continúen en los próximos días, a medida que las partes involucradas busquen acercar posiciones.

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