La importancia del T-MEC para competir frente a China, según Claudia Sheinbaum
En un contexto de reconfiguración económica global, la líder política mexicana Claudia Sheinbaum subrayó la relevancia estratégica del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) como herramienta clave para hacer frente a los desafíos que representa China como potencia económica. Durante un evento reciente, Sheinbaum destacó que la unión económica y productiva entre los tres países de América del Norte es esencial para fortalecer la competitividad frente al gigante asiático.
Sheinbaum, quien aspira a suceder al actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que el T-MEC permite consolidar una región integrada, que cuenta con un mercado robusto y una ubicación geográfica estratégica. Según sus palabras, la colaboración entre las naciones firmantes es la única vía para enfrentar con éxito el poder económico de China, que en las últimas décadas ha consolidado su posición como el principal exportador y una fuerza clave en el escenario global.
El mensaje de la política surge en un momento crítico para el comercio internacional, en el que problemas como la transición hacia cadenas de suministro más regionalizadas y la competencia tecnológica marcan las agendas de los líderes mundiales. En este sentido, Sheinbaum enfatizó que el T-MEC no solo es un acuerdo comercial, sino un instrumento estratégico para promover el desarrollo económico, atraer inversiones y fomentar la creación de empleos de calidad en la región.
Uno de los aspectos que destacó Sheinbaum fue la creciente demanda de «nearshoring», un fenómeno que ha llevado a muchas empresas globales a apostar por trasladar sus operaciones a países más cercanos a sus principales mercados. México, como socio del T-MEC y gracias a su proximidad con Estados Unidos, se presenta como un destino atractivo para estas inversiones. Según la política, esta ventaja geográfica debe ser vista como una oportunidad para atraer capital y fortalecer las cadenas de valor regionales.
No obstante, Sheinbaum también alertó sobre los retos que enfrenta la región, como las tensiones comerciales entre los socios del tratado, las cuales podrían obstaculizar su pleno potencial. Señaló que es fundamental que los tres países trabajen en conjunto para superar estas diferencias, enfocándose en maximizar los beneficios del T-MEC y en reforzar la unidad frente a los desafíos globales.
Este énfasis en el T-MEC refleja la importancia del tratado no solo como un acuerdo comercial, sino como un pilar fundamental para la estrategia de América del Norte para competir en la economía global. A medida que las tensiones comerciales y geopolíticas continúan redefiniendo las dinámicas globales, el futuro del T-MEC y su implementación serán clave para determinar el lugar de la región en el mapa económico mundial.