La flota mediterránea anuncia paro y protesta contra la Comisión Europea
En una medida de presión sin precedentes, la flota pesquera del Mediterráneo ha decidido realizar un paro total de sus actividades los días 9 y 10 del presente mes. La Confederación Española de Pesca (CEPESCA) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) anunciaron que la acción incluirá también una manifestación en Bruselas el próximo 10 de octubre. La causa de este movimiento masivo responde a la disconformidad con los recortes impuestos por la Comisión Europea (CE), que según las organizaciones perjudicarán gravemente la sostenibilidad económica de la pesca mediterránea.
La principal queja del sector gira en torno a la aplicación del Plan Plurianual de Pesca Demersal en el Mediterráneo Occidental, que contempla límites en jornadas laborales y establece un régimen más restrictivo sobre el tiempo de pesca. Este plan, implementado en 2020, busca la sostenibilidad biológica de los recursos marinos. Sin embargo, desde el sector pesquero sostienen que las limitaciones ya se han traducido en una reducción del 40% del tiempo permitido para faenar en los últimos cuatro años. De aplicarse los nuevos recortes propuestos en el marco de la Política Pesquera Común (PPC), se estima que para 2024 las reducciones acumuladas alcanzarían el 50%.
Las organizaciones convocantes advierten que las políticas de Bruselas no toman en cuenta el impacto socioeconómico en los pescadores y sus familias. Según apuntan, los recortes incrementarán la presión financiera en comunidades dependientes de la pesca y podrían conducir al cierre definitivo de varias flotas locales. Este riesgo pone en jaque el sustento de miles de hogares que dependen directa o indirectamente de esta actividad.
En un comunicado conjunto, CEPESCA y FNCP señalaron que la política de la CE está lejos de ser equilibrada. Se priorizan los objetivos biológicos sin considerar la dimensión social y económica más amplia, aseguran, y subrayan que los Estados miembro deberían participar más activamente en la implementación de medidas que sean sostenibles en todas las dimensiones.
La protesta en Bruselas, que coincide con el paro de dos días, incluirá a representantes del sector de varios países afectados, entre ellos España, Italia y Francia. El objetivo será presionar a la CE para que revise sus políticas y facilite una mayor flexibilidad ajustada a las realidades locales y regionales.
Este conflicto pone nuevamente en el centro del debate la difícil relación entre objetivos medioambientales y protección de los sectores productivos tradicionales. Mientras tanto, el Mediterráneo se prepara para dos días sin pesca en lo que será un fuerte llamado de atención a las autoridades europeas.