En un paso que podría consolidar sus relaciones comerciales y abrir oportunidades económicas, Nicaragua y China firmaron un acuerdo para la construcción de un puerto en el Caribe nicaragüense, según informó la agencia Reuters, citando un anuncio del gobierno de Nicaragua. Esta iniciativa representa un avance significativo en la colaboración bilateral entre ambos países, especialmente tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2021.
El proyecto, que busca facilitar las conexiones marítimas entre Nicaragua y otras naciones del mundo, se enfocará en el desarrollo de infraestructuras portuarias para impulsar el comercio de productos agropecuarios, minerales, energéticos y otros. Se espera que esta nueva vía permita a Nicaragua, una economía altamente dependiente de sus exportaciones, reducir su aislamiento en la costa Caribe, una región que ha estado tradicionalmente menos desarrollada en comparación con su costa Pacífica, donde ya existen puertos internacionales de considerable importancia.
El acuerdo fue suscrito por Laureano Ortega Murillo, hijo del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y responsable por la promoción de inversiones extranjeras del país. Se trata de un hito dentro de un creciente acercamiento entre China y Nicaragua, quienes restauraron relaciones diplomáticas tras un periodo extenso sin vínculos formales. El gobierno nicaragüense había roto relaciones con la República Popular China en los años 90 para alinear su política exterior con Taiwán; sin embargo, en diciembre de 2021, Managua decidió revocar dicho reconocimiento y restablecer sus lazos con Pekín.
A estas alturas, China se presenta como un actor estratégico clave dentro de la región latinoamericana, ampliando su influencia no solo comercial, sino también diplomática. Las inversiones procedentes del gigante asiático podrían proporcionar el necesario capital financiero y tecnológico para ejecutar importantes obras de infraestructura en Nicaragua, un país que pese a su bajo crecimiento económico en los últimos años, ha buscado diversificar sus relaciones exteriores.
La construcción del puerto también se enmarca en una serie de proyectos que buscan consolidar a Nicaragua como un punto estratégico en los corredores logísticos globales, resucitando la idea desestimada del canal interoceánico entre el Caribe y el Pacífico, una fantasía promovida hace algunos años. El puerto, aún en fase de planificación técnica, podría convertirse en una opción complementaria a los ya congestionados pasos por el Canal de Panamá.
Por último, la cooperación con China y este nuevo acuerdo crean oportunidades, pero también retos para Nicaragua, que podría incrementar su dependencia de la potencia asiática en un contexto de tensiones geopolíticas globales que involucran a Estados Unidos, tradicional aliado comercial de Managua. En los próximos años, la ejecución de este puerto será un indicativo crucial de cómo se profundizan las relaciones entre ambas naciones y de la evolución del comercio en la región.
