Nicaragua da un paso clave hacia la sostenibilidad energética a través de la construcción de un parque eólico con una capacidad de 55,2 megavatios (MW) en la provincia norteña de Estelí. El proyecto, que cuenta con el respaldo de China, marca un hito significativo en la política energética del país centroamericano, en la que las energías renovables han comenzado a jugar un papel cada vez más relevante.
De acuerdo con información difundida por medios locales y confirmada por las autoridades nicaragüenses, el parque eólico será financiado por empresas chinas en el marco de los crecientes acuerdos de cooperación que ambos países han firmado desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2021. Este nuevo proyecto es una muestra más del fortalecimiento de la alianza política y económica entre Nicaragua y China, lo cual incluye inversiones en sectores estratégicos como la infraestructura y la energía.
El parque eólico está diseñado para aportar 55,2 MW de energía limpia al sistema nacional interconectado de Nicaragua. Según el gobierno, este tipo de iniciativas contribuirán significativamente a la diversificación de la matriz energética del país, que aún depende en gran medida de fuentes fósiles. En este sentido, cabe mencionar que Nicaragua ya cuenta con experiencia en el desarrollo de proyectos de energías renovables, particularmente en el sector eólico, aunque la contribución de China en esta fase supone un cambio en las dinámicas de financiación y producción.
El embajador chino en Nicaragua, Chen Xi, destacó la importancia de estos vínculos durante el anuncio del proyecto. Según el diplomático, China no solo busca fortalecer los lazos políticos con la región, sino también promover la transferencia de tecnologías limpias en el marco de lo que se conoce como la Nueva Ruta de la Seda, una iniciativa global de infraestructura impulsada por el gobierno de Xi Jinping que ya ha dado frutos en América Latina.
Por su parte, el gobierno de Nicaragua ha señalado que la entrada en operación del parque eólico está prevista para 2025. El parque facilitará una mayor estabilidad en el suministro energético, algo que ha sido una prioridad en la agenda del presidente Daniel Ortega, quien ha apostado fuertemente por las energías renovables como uno de los ejes clave de su estrategia de desarrollo económico.
Este proyecto eólico también se enmarca en una serie de inversiones extranjeras directas que están llegando al país tras la mejora de las relaciones diplomáticas con varias naciones. Además del desarrollo energético, Nicaragua busca vincularse a las cadenas de valor mundiales, especialmente en sectores como la manufactura y los servicios, con apoyo de socios que comparten una visión de desarrollo a largo plazo.
En conclusión, la construcción de este parque eólico no solo refuerza la estrategia de Nicaragua en energías limpias, sino que también subraya el papel cada vez mayor de China como socio estratégico en América Latina, impulsando proyectos de infraestructura que podrían tener un impacto duradero en la región.