Navantia adquiere el astillero británico Harland & Wolff y refuerza su presencia global

La empresa española Navantia, una de las principales constructoras navales de Europa, ha sellado un importante acuerdo para adquirir el astillero británico Harland & Wolff, reconocido históricamente por haber construido el mítico transatlántico Titanic. La operación, confirmada el martes 17 de octubre, se alinea con las aspiraciones de Navantia de expandir su presencia internacional y fortalecer su capacidad productiva en Europa.

El acuerdo otorga a Navantia, que opera bajo la propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de España, el control estratégico de unas instalaciones con más de 160 años de trayectoria en la construcción y reparación naval. Las conversaciones entre ambas partes se venían desarrollando desde 2022, lo que refleja la complejidad de la operación y la importancia estratégica que adquiere para ambas naciones.

El astillero Harland & Wolff, situado en Belfast, Irlanda del Norte, ha estado luchando financieramente en los últimos años, pero logró mantenerse operativo gracias al respaldo del conglomerado británico InfraStrata, que lo adquirió en 2019. La incorporación de Navantia podría revitalizar por completo las instalaciones, dado su enfoque en segmentos clave como la construcción de barcos militares, cruceros y estructuras para energías renovables, incluyendo plataformas eólicas marinas.

Este movimiento también se entiende como una apuesta clave por parte de la empresa española para consolidar su liderazgo en el mercado de defensa y energía en un contexto internacional cada vez más competitivo. Además, la adquisición amplía significativamente la capacidad de Navantia en el Reino Unido, un mercado estratégico de alto valor, especialmente luego del Brexit, que ha generado una mayor búsqueda de asociaciones bilaterales para el desarrollo industrial y tecnológico.

En palabras de un portavoz de Navantia, el acuerdo refuerza el compromiso de la compañía con la sostenibilidad y la digitalización del sector naval, así como la creación de empleo cualificado en ambas geografías. Por su parte, las autoridades del Reino Unido han recibido la noticia con optimismo, valorando el impulso que esta operación puede proporcionar a la economía local y al sector naval británico.

Si bien no se han divulgado oficialmente las cifras financieras detrás de esta adquisición, los analistas coinciden en que podría tratarse de un movimiento estratégico por parte de Navantia para reforzar su posición frente a otras gigantes del sector. Además, el acuerdo podría generar sinergias clave en programas conjuntos de defensa y proyectos de energías renovables, en línea con las políticas comunitarias hacia la transición energética.

De este modo, el acuerdo entre Navantia y Harland & Wolff marca un nuevo capítulo en la colaboración industrial europea, a la vez que ratifica la relevancia global del sector naval en el contexto económico actual. Desde ieconomia.com seguiremos atentos a los avances de esta operación y su impacto en los respectivos mercados.

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