Ramos finaliza 21 años al frente de UPA y defiende el futuro de la agricultura familiar
Después de más de dos décadas de liderazgo, Lorenzo Ramos ha dejado su cargo como secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) en España. Durante 21 años, Ramos ha sido una voz clave en la defensa del sector agropecuario, con un enfoque particular en la agricultura familiar. En su despedida, reafirmó el compromiso de la organización con la protección de los pequeños productores, en un contexto de creciente presión sobre las explotaciones agrícolas.
Desde su ingreso en UPA, Ramos ha sido un firme defensor de los intereses de los agricultores y ganaderos, enfrentando múltiples desafíos dentro del sector. En su último discurso como secretario general, agradeció el apoyo recibido durante su gestión y destacó los logros obtenidos, entre ellos la mejora de las condiciones de vida de los pequeños productores y la lucha por políticas agrícolas más justas.
El dirigente resaltó la importancia de la agricultura familiar como pilar fundamental para la sostenibilidad del sector agropecuario. Señaló que, pese a dificultades como la volatilidad de los precios y los efectos del cambio climático, es imprescindible seguir apoyando a los productores locales para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo rural.
Durante los últimos años, Ramos ha participado activamente en negociaciones a nivel europeo para obtener mejores condiciones para los agricultores, incidiendo en las políticas de la Unión Europea para lograr una mayor equidad en los subsidios y en la regulación de mercados. Además, ha impulsado iniciativas para la modernización del sector, fomentando la digitalización y la implementación de nuevas tecnologías en las explotaciones agrícolas.
Ahora, con su salida, la UPA inicia una nueva etapa bajo el liderazgo de un nuevo equipo que deberá continuar con la labor de defensa de los pequeños productores frente a los desafíos actuales. Entre las principales problemáticas que enfrenta el sector se encuentran el aumento de los costos de producción, las dificultades en la comercialización y la creciente competencia internacional.
A modo de despedida, Ramos expresó su confianza en que la organización seguirá trabajando en beneficio del campo y de sus trabajadores. Destacó que su misión ha sido siempre la de dar voz a quienes sostienen la producción de alimentos a pequeña y mediana escala, y reafirmó que seguirá vinculado de alguna forma al sector rural.
Con su salida, la UPA mira hacia el futuro con nuevos liderazgos y estrategias para seguir abogando por la agricultura familiar en España. El legado de Ramos deja una fuerte impronta en la organización y en la defensa de un modelo agrícola más justo y equitativo.