El Hang Seng comienza 2025 con una caída del 2,2% ante preocupaciones por la manufactura en China
El índice Hang Seng de Hong Kong inició el primer día de operaciones de 2025 con una significativa caída del 2,2% este martes, reflejando la creciente preocupación en los mercados financieros frente al enfriamiento de la actividad manufacturera en China. Este retroceso se alinea con una señal de alerta que puede tener implicancias regionales y globales para la economía, dada la importancia del gigante asiático en las cadenas de suministro y flujos comerciales internacionales.
Según datos recientes, el índice gerente de compras (PMI, por su sigla en inglés) del sector manufacturero chino cayó inesperadamente a 49,3 en diciembre, descendiendo desde el 50,1 registrado el mes anterior. Estos números vuelven a ubicar al indicador por debajo de la barrera de los 50 puntos, lo que sugiere una contracción del sector. Los analistas interpretan este desplome como una señal de debilidad en la recuperación económica del país, pese a los esfuerzos del gobierno chino por estabilizar el crecimiento tras dejar atrás las estrictas restricciones del período pandémico.
La reacción fue inmediata en el mercado bursátil de Hong Kong. Las acciones de empresas tecnológicas, que suelen tener un peso considerable en el Hang Seng, estuvieron entre las más afectadas durante la jornada. Gigantes del sector como Tencent, Alibaba y Meituan registraron caídas que se tradujeron en una fuerte presión bajista sobre el índice general, profundizando el pesimismo entre los inversores.
Además, el retroceso del sector manufacturero no solo afecta al ámbito empresarial chino, sino que también tiene el potencial de añadir tensiones a los mercados globales. La caída en la actividad industrial podría impactar en la demanda de materias primas y enfriar las expectativas de las economías emergentes exportadoras, incluido el mercado latinoamericano, particularmente dependiente de sectores como la minería y el agro que tienen a China como un cliente clave.
En este contexto, el gobierno chino enfrenta un desafío considerable. Las autoridades han implementado paquetes económicos en los últimos meses, incluyendo reducciones de tasas de interés y estímulos fiscales, con el objetivo de revitalizar la demanda y recuperar la confianza empresarial. Sin embargo, los datos recientes sugieren que el camino hacia una recuperación sostenible podría ser más largo y complicado de lo esperado.
Analistas locales y extranjeros sopesan estos factores con cautela. Mientras algunos señalan que el rezago en el rebote manufacturero podría ser transitorio, otros advierten que puede ser indicio de problemas estructurales más profundos relacionados con la desaceleración de la economía global y su efecto sobre China.
Con este comienzo de año marcado por la volatilidad, el Hang Seng arrastra la incertidumbre de 2024 y pone sobre la mesa interrogantes cruciales sobre la economía asiática y su repercusión en los mercados internacionales. Los próximos pasos que tome Pekín serán decisivos para definir el panorama económico futuro.