El valor de las exportaciones de vino argentino crece un 24% hasta octubre, a pesar de la caída en volumen
Las exportaciones de vino argentino cerraron los primeros diez meses de 2023 con un notable crecimiento en su valor, registrando un aumento del 24% frente al mismo periodo del año anterior, según un informe actualizado de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Este incremento evidencia el óptimo desempeño del sector en términos de ingresos, pese a enfrentar una retracción en el volumen exportado.
De enero a octubre, el valor total de las exportaciones alcanzó los USD 747 millones. Sin embargo, en contraste con este repunte, el volumen exportado se redujo un 28,7% interanual, quedando en 254,5 millones de litros. Estas cifras reflejan un aumento en el precio promedio de exportación, lo cual fue clave para compensar la contracción en los envíos al exterior.
Entre los factores que explican los cambios en el comercio exterior del vino argentino destaca, por un lado, el reposicionamiento hacia productos de mayor valor agregado como los vinos fraccionados, que registraron un incremento del 10,7% en valor pese a una leve caída del 2% en volumen. Por otro lado, los envíos de vino a granel sufrieron un desplome del 48% en volumen, lo que impactó en la contracción general de los litros exportados.
En este contexto, el mercado de Estados Unidos consolidó su rol como principal destino del vino fraccionado argentino, representando el 29,7% del total exportado. Europa, en tanto, también mostró un desempeño relevante, con el Reino Unido y Suecia como los destinos clave, mientras que el impulso de mercados como China y Brasil sigue siendo una apuesta estratégica para los productores.
Desde Coviar señalaron que el aumento en el precio promedio de exportación refleja una mayor apuesta del sector por mejorar la calidad y consolidarse en segmentos superiores del mercado global. No obstante, las cifras de contracción en el volumen exportado plantean desafíos, sobre todo en la búsqueda de mantener la competitividad en un entorno internacional complejo, marcado por inflación global, fluctuaciones monetarias y condiciones climáticas adversas.
En el plano local, el sector vitivinícola también enfrenta retos significativos, como la necesidad de incentivos fiscales y mejoras logísticas que permitan sostener su dinamismo exportador. La expectativa de cara a los próximos meses está puesta en mantener la tendencia ascendente en el valor de las exportaciones, a través de estrategias que combinen innovación, apertura a nuevos mercados y promoción internacional.
Con este desempeño mixto, el vino argentino se reafirma como un embajador competitivo de los productos nacionales a nivel global, en medio de un escenario de transformaciones importantes en las dinámicas productivas y comerciales del sector.